Hamilton protagoniza la guerra final: Alonso y Verstappen en rebelión

La parrilla echa humo tras el GP de Catalunya

A pesar de que el compromiso de Portugal celebrado hace diez días parecía ser el punto de inflexión para cambiar considerablemente las tornas en el seno de la parrilla, el GP de Catalunya que tuvo lugar hace escasos días ha vuelto a dejar de manifiesto el inmenso poderío de Lewis Hamilton y Mercedes: Red Bull ha muerto en la orilla y, con ellos, Alpine y el resto de escuderías.

Bien es cierto que Max Vertsappen sorprendió a todos con una salida espectacular que le permitió rodar en la cabeza de carrera durante gran parte de la  misma, pero esta vez Mercedes volvió a empeñarse en demostra por qué ha dominado de cabo a rabo la Fórmula 1 en la última década: si no funciona del todo bien el monoplaza (rara vez), ahí está el equipo de mecánicos para ganar tiempo en las paradas en boxes. El caso es que, de una forma u otra, Mercedes y Lewis Hamilton siempre son el rival a batir.

Aunque Stefano Domenicali dejó entrever semanas antes de comenzar la temporada que este año sí que habrá mucha más igualdad, a la vista queda que las buenas sensaciones que han mostrado Fernando Alonso, Max Verstappen o Charles Leclerc en los primeros compromisos del mundial han sido todo un espejismo y realmente Mercedes (especialmente en la figura del piloto inglés) sigue estando varios peldaños por encima del resto de escuderías del paddock.

Por ende, aquí reside la gran indignación de los pilotos con más renombre de la parrilla ya que, por muchas mejoras que introduzcan sus respectivos equipos en las próximas semanas, ha quedado muy claro que Mercedes seguirá sin tener una competencia firme de forma regular durante esta temporada, algo que cada vez está causando más malestar entre los mandatarios del equipos por la alta inversión que realizan cada temporada para hacer de sus monoplazas vehículos más competitivos, pero sin tener opciones de luchar con el box alemán.

Ahora la guerra que se gestó en los prolegómenos de este campeonato está alcanzando su punto álgido y, a pesar de que solamente se han disputado tres carreras, la diferencia entre Mercedes y Hamilton y el resto de escuderías sigue siendo abismal, por lo que las rencillas internas podrían empezar a causar inestabilidad entre las altas esferas de la disciplina: si no quiere que la situación se le vaya de las manos, Domenicali deberá tomar más cartas en el asunto aún, ya que a pesar de haber introducido tres carreras al sprint (desafíos de 100 kilómetros en Silverstone, Monza e Interlagos) para este mundial, todo parece indicar que será nuevamente el heptacampeón británico el que saldrá beneficiado de estos cambios.