Hamilton pone un millón de dólares sobre la mesa: quien lo sepa, se lo lleva
Frustración en Mercedes mientras Hamilton ofrece un millón de dólares a quien descubra el problema de su monoplaza
Lewis Hamilton, heptacampeón de Fórmula 1, vivió en Brasil uno de sus peores fines de semana de la temporada. En el circuito de Interlagos, el británico quedó eliminado en la clasificación Q1 en la posición dieciséis, mientras que su compañero de equipo, George Russell, logró avanzar hasta el segundo lugar, mejorando su tiempo en dos segundos. En la carrera al sprint, Hamilton solo consiguió un undécimo lugar y, finalmente, terminó décimo en el Gran Premio.
La presión por encontrar soluciones
Con la temporada acercándose a su fin, la preocupación en Mercedes crece. Hamilton dejó en claro que, aunque no está peleando por el campeonato, quiere seguir sumando puntos para el equipo. "No me importa si termino delante o detrás de George. Solo quiero mantener el coche fuera del muro y tratar de anotar puntos para el equipo", comentó el piloto. Sin embargo, la incertidumbre sobre el funcionamiento del monoplaza sigue latente y, según el propio Hamilton, tanto él como el equipo aún desconocen la causa de estos problemas.
La frustración de Hamilton es comprensible. Cada vez que enfrenta dificultades en su rendimiento, la presión aumenta. Este podría ser su último año en Mercedes antes de una posible transferencia a Ferrari, lo que añade aún más peso a la necesidad de cerrar la temporada con buenos resultados. "Si me dan un coche que no rebote fuera de la pista en las próximas carreras, espero conseguir algún mejor resultado", dijo Hamilton, deseando una mejoría en su situación para despedirse de Mercedes en buenos términos.
La pregunta del millón de dólares
Hamilton lanzó una irónica oferta tras el desastroso rendimiento de su coche: "¿Por qué el coche es tan malo? Esa es la pregunta del millón de dólares. Si puedes encontrar la respuesta, te daré un millón de dólares". Esta declaración reflejó no solo su frustración, sino también la desesperación que siente al no encontrar una razón clara para la falta de rendimiento de su vehículo.
La situación de Hamilton es compleja: ha sido un año lleno de altibajos, y los problemas en el monoplaza han persistido a lo largo de la temporada, incluso después de las actualizaciones técnicas que Mercedes introdujo en el coche. Además, su compañero George Russell ha logrado obtener mejores resultados, lo que deja en evidencia que el problema podría no ser solo del coche, sino también de ajustes específicos o de la adaptación del propio Hamilton.