La Fórmula 1 pende de un hilo. La realidad sobre la situación del Mundial

Liberty asegura que habrá calendario. Órdago final

La realidad de la Fórmula 1 choca una y otra vez contra un muro llamado coronavirus. Por mucho que el organizador del Mundial, Liberty, se empeñe en decir que habrá carreras este año, muchos ya empiezan a pensar lo inevitable: el Mundial será suspendido al menos hasta 2021.

Francia ha sido el último Gran Premio en suspender una carrera. Después de las palabras de ayer del presidente de la República Francesa Macron, estaba claro que a lo largo del día de hoy los organizadores de la carrera gala tomarían la determinación de suspender la carrera. Y decimos suspender, no aplazar, pues el matiz nos parece muy importante.

El plan de Liberty, que no contaba con Francia, sigue adelante. Austria, el 3 de julio sería la primera prueba del Mundial. Luego llegaría Silverstone en Gran Bretaña, dos semanas después. De ahí al final 15 pruebas repartidas en todo el mundo.

El plan suena bien, y algunos como el jefe de equipo de Red Bull, Christian Holmer, creen que podrá llevarse a cabo. “Trabajamos con el objetivo de volver en esa fecha, creemos que será posible”. Uno empieza a pensar que es tan solo un optimismo fundamentando en la necesidad. Si no hay Mundial las perdidas serán catastróficas.

Los gobiernos son los que en este caso tienen la última palabra, y a eso es a lo que Liberty se agarra. El gobierno de Austria ha dado el posible ok a la carrera, pero advirtiendo de una cosa que hay que tener en cuenta: no habrá público durante el fin de semana en las gradas. Por lo tanto, pase lo que pase habrá menos ingresos.

La solución que maneja Liberty se dará a conocer hoy, pero no hay que llevarse a engaño, no será el calendario final pues dependerá de lo que los gobiernos dictaminen y del comportamiento del coronavirus. Algunos pilotos como Lewis Hamilton no han mostrado el más mínimo interés en volver sin que la solución sea completa para todos.

La cosa se está poniendo fea y el Mundial ahora mismo pende de un hilo. Esa es la única verdad que debemos saber.