Fernando Alonso mete el dedo en la yaga: la verdad del ‘top 10’ (y el podio, victorias y el Mundial)

McLaren es un polvorín

Fernando Alonso pude parecerlo, pero no lo es. El piloto de McLaren sonreía al final del GP de China tras avanzar al Ferrari tocado de Sebastian Vettel en una maniobra muy criticada por el germano y Ferrari.

“Vettel tenía el coche dañado y cada vez perdía un poco más. Cuando faltaban dos vueltas para el final, vi que sería imposible pasarle en recta porque no conseguía pillarle, incluso con DRS. Se abría mucho en las curvas con los daños que tenía. En la primera oportunidad salió bien”, explica el piloto de McLaren.

Fernando es el primero que se avergüenza un pelín por haber pasado de celebrar podios, victorias y Mundiales a adelantamientos a coches con problemas.

Unos retos mayores que el propio Fernando señala como imposibles metiendo el dedo en la yaga: el McLaren no corre.

Ni el motor Renault mejora a Honda, ni Honda era el problema de una monoplaza con uno de los peores chasis de la parrilla.

"Como dijimos en Baréin, nos falta mucha velocidad. Somos conscientes y nos pone un poco tristes no dar a los aficionados y a la gente de McLaren los resultados que esperábamos. Esperamos que puedan llegar pronto", concluye Alonso.

El ‘top 10’, en una carrera sin penalizaciones, accidentes, abandonos y 'safety car', como en el GP de China, sigue siendo el objetivo. Y nada sencillo: antes del baile de dramas en Shanghái, Alonso ocupaba el puesto 13. Todo dicho.

El problema no era Honda, ni lo es Renault: el chasis del McLaren es de risa.