Doble efecto en la F1: caos en Mercedes y ¿adiós de Lewis Hamilton?

El GP de Francia ha avivado aún más la llama

No corren buenos tiempos para Mercedes en la Fórmula 1 tras un primer tramo de campaña en el que la escudería alemana ha generado un mar de dudas con sus resultados. Tan preocupantes están siendo las clasificaciones de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas que, tras muchos años de hegemonía, es otro equipo el favorito alzarse con el título mundial, Red Bull, siendo Max Verstappen el artífice de casi todos los problemas que están poniendo en jaque al box alemán.

Pero todo este embrollo aún tiene un punto de gravedad superior, ya que la continuidad del piloto inglés el próximo año en la Fórmula 1 es toda una incógnita y los incontables contratiempos que está sufriendo Hamilton en estos compromisos iniciales podrían estar vaticinando su retirada de la disciplina y lo que podría ser también el fin de Mercedes.

Y es que más allá del bajo rendimiento del W12, que está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza en el presente campeonato, la guerra interna que se está gestando en Mercedes tiene su punto álgido en las controversias entre el británico y el director de carrera del equipo, Toto Wolff, en las estrategias a seguir, algo que le costó una vez más, el triunfo en el GP de Francia: el austriaco dispuso ir a una parada y no a dos, algo que terminó siendo altamente perjudicial para los intereses de Mercedes.

Ya son doce puntos de diferencia entre Max Verstappen y Lewis Hamilton en la lucha por el mundial, aunque esto no es lo más preocupante hoy en día en el box ya que en cada carrera el monoplaza negro está dando más signos de debilidad y eso, sumado a las rencillas emergentes en la escudería tras las últimas decisiones en lo que concierne a las estrategias, podría desencadenar una crisis atroz para los planes de Mercedes, más aún si atendemos a que Valtteri Bottas parece haberse convertido en un enemigo para las aspiraciones del propio equipo.

El compromiso que se celebrará el próximo domingo en Austria podría ser determinante para acercar aún más lo que podría ser el bombazo del año al finalizar el curso, el adiós de un Lewis Hamilton que no para de evidenciar signos de disconformidad con sus propios compañeros y que no parece tener la clave para reconducir una situación que, a día de hoy, es sumamente alarmante: el doble efecto de Paul Ricard.