La confesión de Alonso que incendia el Box de McLaren (y primeras 'tortas' entre Hamilton y Vettel)

El Gran Premio de Australia de F1 finalizó con una 'rajadita' del piloto asturiano, y un buen palo del piloto alemán al vigente campeón inglés.

No fue una situación normal. En una, ni Vettel hubiese ganado (seguramente) ni Fernando Alonso hubiera sido quinto. Decíamos, aprovechando las palabras de Nico Rosberg hace algunos días, que la realidad del piloto asturiano a pesar de las mejoras en McLaren con el motor Renault era pelear por estar entre los diez primeros. El Gran Premio de Australia confirmó al menos que por ahora no hay ni rastro de opciones de estar entre los mejores. Apenas habrá opciones de podio, ni por supuesto Mundial. Una situación en la que, por mucho que el panorama haya mejorado, el español sigue siendo comparsa en una parrilla de la que hace tiempo que dejó de ser actor principal.

Y eso, que Alonso sigue intentando ofrecer una imagen positiva de cara al exterior. La primera carrera del año en Melbourne dejó el que seguramente será el primer episodio de una serie de muchos, en lo que a 'rajadas' del asturiano se refiere. No había excesivo entusiasmo por parte de los integrantes del Box de McLaren, y el piloto dio la nota: "Verstappen está delante de Sainz tras el trompo", le espetaba un ingeniero en la primera parte de la carrera; "Habla más alto, que es una carrera larga y estás perdiendo energía", contestaba Fernando. 

Eso, en cuanto a la lucha justo por detrás de los mejores. En la cabeza, pudimos ver la primera batalla entre Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, ganada por el primero. Albert Park supuso el primer 'tortazo' en la cara para el inglés, que ya ha logrado la Pole siete veces en este trazado, pero que sólo ha ganado dos. Y todo, en parte, por su culpa. El fallo de Mercedes llegó tras el abandono de los Haas, que provocó un Virtual Safety Car, y posteriormente un Safety. Ahí le comió la tostada Ferrari. Demasiado se preocupó el vigente campeón de Raikkonen, que acabó superándole su enemigo 'mortal'. Lewis acabó segundo.

La celebración en el podio reflejó la tensión palpable entre los dos hombres que se van a jugar el Mundial: apenas se miraron. Si hay algo de emoción este año en la F1, la dará la batalla que ambos van a librar en cada carrera. Próxima parada, Bahréin.