Checo Pérez incendia la F1: se burla de Red Bull y respalda las críticas
El piloto mexicano rompe el silencio y deja un guiño inesperado que vuelve a poner a Red Bull en el ojo del huracán
Checo Pérez ha vuelto a estar en boca de todos. Y no precisamente por sus resultados en pista, sino por lo que dejó escapar tras unas declaraciones que lo favorecen. El mexicano, criticado durante meses por no cumplir con las expectativas en Red Bull, se permitió una carcajada cuando escuchó lo que dijo Juan Pablo Montoya en Sky Sports.
El expiloto colombiano fue claro: Red Bull adaptó el auto a los gustos de Max Verstappen y, desde entonces, Checo quedó relegado. Una afirmación fuerte, que encendió el debate. Montoya insistió en que no había mala intención, solo la realidad de cómo funcionan los equipos en la élite. Lo curioso es lo que vino después.
En pleno podcast con AS Colombia, Montoya reveló que recibió un mensaje de Checo a las dos de la madrugada. Solo cuatro palabras: “¡Finalmente, cabrón!”. Breve, contundente y lleno de significado. Era la forma en que el mexicano confirmaba, entre risas, que lo dicho por el colombiano reflejaba lo que él había sentido en sus años con Red Bull.
El comentario no solo desató risas, también fue una especie de bendición a las críticas que persiguen a su exequipo. Porque ahora, con Tsunoda en los mandos y sin grandes resultados, la pregunta es inevitable: ¿realmente era culpa de Checo?
Un futuro que ya tiene nombre
Más allá de este episodio, el presente de Pérez está lejos de Red Bull. Su futuro está ligado a Cadillac, que debutará en la Fórmula 1 en 2026. El mexicano compartirá garaje con Valtteri Bottas, formando una de las duplas más experimentadas del Mundial: más de 300 Grandes Premios y un centenar de podios los respaldan.
Graeme Lowdon, jefe del proyecto, ya mostró confianza absoluta en él. Aseguró que pronto estará en el simulador y que, pese a los meses de inactividad, no hay dudas de que recuperará ritmo a tiempo. La primera cita real será en los tests de Barcelona a finales de enero, seguidos por las pruebas de Bahréin y Sakhir.
Mientras tanto, el campeonato actual sigue su curso con ocho carreras por disputarse. Red Bull, sin un segundo piloto sólido, busca respuestas. Checo, en cambio, sonríe. Su salida del equipo se convirtió en un nuevo comienzo. Y, de paso, cada risa suya parece encender aún más el fuego en la Fórmula 1.