El campeón ha vuelto: ¡Michael Schumacher “está consciente”!
El mundo del motor se congratula desde Fernando Alonso a Lewis Hamilton
Su personalidad arrolladora y, sobre todo, su pericia al volante convirtieron a Michael Schumacher en una leyenda viva que, pese a que enfrentaba a sus fans con sus detractores, tenía el reconocimiento global. Pero ¿qué campeón no ha levantado ampollas entre sus rivales? Es lo que tienen las leyendas, que desesperan deportivamente porque sacan su espíritu competitivo, su buena estrella, en los momentos clave y hacen desequilibrar la balanza a su favor. Y en demasiadas oportunidades.
Michael Schumacher, aún hoy el más grande campeón del mundo de la Fórmula 1 con cinco títulos en su palmarés, forma parte de esos mitos que solían alargar su relato hasta el infinito, resonando su eco en la memoria colectiva. O lo hacía. Cuando estaba sobre la pista era agresivo, eficaz y fue el orgullo de Ferrari, que aún hoy le echa de menos, más si cabe con la trayectoria actual del compatriota de Schumi, Sebastian Vettel, que va de mal en peor.
La escudería italiana pone sus manos en el francés Charles Leclerc, la gran promesa de la mítica firma transalpina, máxime cuando doblegó a Lewis Hamilton en el último Gran Premio, precisamente el ahora mismo mayor rival para la historia de Michael Schumacher, en Monza, en Italia. Pero Schumi era Schumi.
Cuando se conoció la noticia de su accidente en la nieve (sobre el cual se ha sembrado la más absoluta de las sombras y del que solo trascendió la gravedad de las heridas) hace ya 6 años, todos los pilotos más importantes del momento lo lamentaron. Entre ellos algunos como Fernando Alonso que tuvieron la suerte de luchar contra él en el asfalto y vencerle. Pero hoy en día, de pronto, se ha filtrado una noticia esperanzadora, atribuida a una trabajadora del centro hospitalario en el que está el alemán, el Hospital George Pompidou de París, que habría afirmado que el expiloto “está consciente”.
Con tanto oscurantismo en torno a su figura y su estado, es mucho más de lo que necesitan los tifosi para entusiasmarse. Esperemos este rito de júbilo no sea el último y le sigan otros tantos avances.