Arde el paddock: Leclerc estalla en Ferrari y cava la tumba de Lewis Hamilton en Mercedes

Ambas escuderías se ven envueltas en una rocambolesca posibilidad que los mismos pilotos protagonizan

El Gran Premio de Miami volvió a estar repleto de dudas y reproches en Ferrari, una dinámica similar a la vivida en los anteriores compromisos celebrados en Azerbaiyán, Australia, Arabia Saudí y Bahréin, debido al descontento tanto de Charles Leclerc como de Carlos Sainz con el rendimiento del monoplaza rojo.

En el trazado estadounidense el piloto monegasco solamente pudo acabar en la séptima plaza y, aunque el español lo hizo dos posiciones por delante, igualmente Sainz terminó la carrera un tanto desquiciado por la imposibilidad de seguir el ritmo de los hombres de cabeza especialmente de Red Bull.

Aunque la superioridad de Max Verstappen y Checo Pérez está siendo apabullante en estos primeros meses de temporada, la idea de Ferrari era postularse como un aspirante a ganar el título esta campaña, algo que no solo no se está dando, sino que ha originado un clima de tensión enorme en el garaje, tal y como se pudo comprobar en Miami: “La ventana de nuestro automóvil es muy estrecha y cada vez que te sales un poco tienes enormes consecuencias en el equilibrio, algo que obviamente no es ideal para tener confianza en el coche. Por mi parte, no sé qué está pasando, pero con la alta velocidad que tenía, el auto se movía mucho, no desde la parte trasera, sino desde la plataforma general”, afirmó Leclerc con un manifiesto tono recriminatorio.

¿El principio de la bomba del año?

Es necesario recordar que Toto Wolff y Lewis Hamilton también vienen manteniendo algunas rencillas por el mismo motivo y, con el inglés finalizando contrato esta misma campaña con Mercedes, las incógnitas sobre su futuro cada vez son más numerosas.

Es por eso que, de seguir en la misma dinámica ambas escuderías, Leclerc podría incrementar su grado de predisposición a dar un cambio de aires en su carrera y aceptar la propuesta tendida por el propio Wolff como sustituto de Hamilton en Mercedes, algo que provocaría una rescisión de contrato con Ferrari, marca con la que está ligado actualmente hasta 2024, y unirse a la escudería británica.

Por su parte, Hamilton tendría dos opciones: negociar su llegada a Ferrari, una posibilidad sobre la que los de Maranello aún no se han manifestado, o anunciar su retirada profesional.