Alonso quema el box de Alpine y señala al gran culpable del desastre

El Mundial está en llamas tras un mes desde su inicio

A la vista queda que los resultados cosechados por Fernando Alonso en los primeros compromisos de la temporada de Fórmula 1 no están siendo los esperados antes de que el GP de Bahréin diera el pistoletazo de salida. En enero y febrero Alpine se las prometía muy felices de cara al nuevo campeonato, pero en solo unas semanas el equipo de Enstone ha demostrado seguir muy lejos de los puestos de cabeza.

Para más inri, los problemas técnicos están atormentando a un Alonso que ya ha manifestado su descontento con el trabajo de su equipo y que ha pedido respuestas en más de una ocasión desde que Sakhir protagonizó la primera gran decepción del asturiano e 2022, circuito que tuvo que abandonar antes de tiempo. Ahora, en vísperas del GP de Emilia-Romagna tendrá lugar sobre el asfalto de Imola, el bicampeón del mundo ha vuelto a la carga realizando unas declaraciones que no han pasado desapercibidas en el paddock y en las que señala firmemente al gran culpable por el que las esperanzas de Alpine de hacer algo grande en el presente Mundial han sufrido un tortazo demoledor: Ferrari.

En palabras recogidas por Planet F1, Alonso se ha mostrado muy poco optimista respecto a la idea de cerrar la brecha que ha abierto Charles Leclerc en solo tres compromisos disputados en este 2022: “Creo que va a ser difícil igual el ritmo de Ferrari porque, obviamente, estamos ocho décimas, o un segundo por detrás en este momento, mirando el rendimiento en las primeras carreras y la clasificación.

Cabe mencionar que esteban Ocon, compañero de equipo del asturiano, no ha sufrido los percances técnicos que han supuesto un gran revés para Alonso, pero aún así las esperanzas de que Alpine pueda cumplir con las expectativas depositadas para este año cada vez están perdiendo más fuelle. El ánimo en el box ha decaído notablemente y el español se ha encargado de poner en tela de juicio el trabajo realizado por las altas esferas de la marca francesa y, por ende, las dificultades que tendrá el coche azulado para pelear con los monoplazas más rápidos del paddock, especialmente los Ferrari.