Alegría infinita en Aston Martin: Alonso confiesa, tiene un arma exprés para tumbar a Verstappen

La complicidad del español con su socio en la escudería es realmente admirable

Fernando Alonso llevaba mucho tiempo echando de menos disponer de un compañero de equipo con el que se entiende a las mil maravillas. Sus etapas en McLaren, Ferrari y Alpine estuvieron marcados por sus continuas rencillas con Lewis Hamilton, Felipe Massa y Esteban Ocon, respectivamente, y la dinámica es totalmente opuesta con el canadiense.

A pesar de que Lance Stroll es el hijo del presidente de Aston Martin, Alonso es el piloto sobre el que están depositadas la mayoría de esperanzas de hacer algo grande y, lejos de rivalizar con el asturiano, el canadiense está dispuesto a contribuir en todo lo que pueda para que su compañero pueda recortar su desventaja con Max Verstappen y convertirse en un serio candidato a ganar el Mundial de Fórmula 1.

Y claro, declaraciones como las realizadas por Alonso hace escasas horas solo hacen que fortalecer esta sinergia que se vive dentro de Aston Martin y la cual está permitiendo a la marca ser una de las revelaciones de la temporada en esta categoría: "Sé que estaré en el deporte unos años más, pero no muchos, y él liderará el equipo durante los próximos 10 o 15 años. Así que espero poder ayudar a Lance tanto como pueda en los próximos años. Hablamos mucho durante el fin de semana desde el jueves. Si sentimos algo en el auto durante la carrera de lo que no hablamos, y hay algo nuevo que puede ayudar al otro auto, normalmente nos comunicamos con el equipo”.

Estas palabras recogidas por Autosport no solo evidencian la estupenda sintonía existente entre Alonso y Stroll, sino que el estuarino realmente considera a su actual compañero un piloto de largo recorrido que está evolucionando a pasos agigantados y que en un futuro no muy lejano estará en la pelea por el campeonato.

Caso opuesto en Red Bull

Esta unión entre los dos integrantes de Aston Martin choca de lleno con la realidad que se vive en Red Bull ya que vienen siendo habituales las muestras bélicas de un Sergio Pérez que, lejos de seguir acatando un rol secundario en el equipo, está plenamente convencido de plantar cara a Max Verstappen.