Izan y Rubén, de 3 y 5 años, murieron en la DANA y sus padres, entre lágrimas, exigen justicia
Un año después de la tragedia, sus padres recuerdan a los pequeños y lanzan un mensaje contundente
Hace justo un año, Valencia vivió la que se considera la peor DANA del siglo. La tormenta dejó a su paso destrozos y 237 víctimas mortales. Entre ellas estaban Izan, de cinco años, y Rubén, de tres. Los niños se encontraban en su casa cuando un camión arrastrado por la corriente chocó contra el muro. La fuerza del agua rompió la pared y arrastró a los pequeños.
Después de quince días de intensa búsqueda, los cuerpos de Izan y Rubén fueron hallados a quince kilómetros de su hogar. La tragedia dejó una huella imborrable en sus padres, Víctor y Marta, quienes siguen intentando sobrellevar un dolor que no desaparece. Este miércoles, el programa de Ana Rosa se trasladó hasta Valencia para acompañar a la familia en un día especialmente difícil.
“Es difícil volver a recordar. Un año sin ellos ya… No es fácil. No es justo. Son muchas emociones y no sé cómo vamos a acabar hoy. Nos hemos levantado con angustia y ansiedad. Intentaremos pasar el día lo mejor posible, arropados por nuestra familia”, explicaron los padres entre lágrimas.
Además, agradecieron al colegio y a los compañeros de los niños. “Siempre los recuerdan. Para ellos, Izan y Rubén siguen presentes. Es muy bonito que no se olviden de ellos. También gracias al colegio, que mantiene su recuerdo vivo”, añadieron.
Exigir justicia como alivio y lucha
Víctor y Marta también hablaron del apoyo mutuo que necesitan para seguir adelante. “No hay palabras para describir el sufrimiento. Tenemos que querernos y apoyarnos el uno al otro, y hasta el final tenemos que estar juntos”, señaló Víctor.
Marta, por su parte, lanzó un mensaje claro sobre la responsabilidad de las autoridades. “El día que se haga justicia será el mayor descanso que tenga. Esto no puede seguir así. Que dimita quien tenga que dimitir, porque todos lo han hecho mal. Que lo reconozcan y dimitan”, dijo, visiblemente emocionada.
La pérdida de Izan y Rubén sigue siendo un recuerdo doloroso, pero también un recordatorio de la necesidad de mejorar la seguridad y la respuesta ante emergencias. Sus padres, entre lágrimas, continúan pidiendo justicia y que su memoria no se borre.