De aparecer con Jordi Cruz en ‘MasterChef’ a irse de España con una deuda cercana al millón
Una historia de éxito, desaparición y un regreso inesperado al otro lado del mundo
Sergi Arola fue uno de esos nombres que, sin hacer demasiado ruido, dejó una huella profunda en la alta cocina española. Aunque no alcanzó la fama mediática de Ferran Adrià o Jordi Cruz, su talento fue innegable. Dos estrellas Michelin avalaron su capacidad frente a los fogones. Durante años, brilló. Incluso compartió pantalla con Cruz en formatos como MasterChef.
Pero la vida de Arola dio un giro drástico. Lo que parecía ser una carrera imparable se topó con una realidad dura y silenciosa. Mientras muchos lo recordaban por sus platos, él luchaba contra una situación económica que amenazaba con devorarlo. Lo que sucedió después sorprendió a todos.
La inesperada reinvención
Cuando la presión fue demasiado, Sergi Arola desapareció del mapa. Literalmente. Dejó España con una deuda que rozaba el millón de euros. Hacienda lo tenía en el punto de mira. Muchos pensaron que sería el fin de su historia como chef.Pero el cocinero tenía otros planes.
Reapareció, tiempo después, en un lugar inesperado: Chile. No solo volvió a cocinar, sino que se reinventó completamente. Se convirtió en un rostro habitual en programas de televisión como MasterChef Chile y El discípulo del chef. También abrió “Lola by Arola”, un rincón dedicado a la auténtica cocina española que conquistó paladares con tapas, embutidos y sangría. Y ahí no terminó todo.
Dio otro salto: México. En Monterrey, pasó a ser asesor gastronómico del restaurante “Orfebre Cocina Artesana”, en un lujoso hotel. Su carrera, que parecía estancada, floreció al otro lado del Atlántico. ¿Y su deuda? Algo curioso ocurrió. Su nombre desapareció de la lista de grandes morosos publicada por Hacienda. ¿La pagó? ¿Se benefició de algún cambio legal? Nadie lo sabe con certeza. Pero su nombre ya no está.
Además, encontró algo más que trabajo en América. En 2019, durante un taller de cocina, conoció a Francisca Laree, una enfermera chilena. El flechazo fue inmediato. Se casaron un año después. De caer casi al vacío a reconstruirse desde cero, Sergi Arola logró algo que no todos pueden: levantarse cuando parecía que ya todo estaba perdido. Pero su historia, quizás, aún no ha terminado.