Woody Allen, director de cine, compra una casa en el barrio de moda de Barcelona

El barrio de Gràcia es el espacio ideal para alguien como Allen

El nombre de Woody Allen siempre ha estado ligado al arte, al ingenio y a esa forma tan particular de mirar el mundo. No sorprende, entonces, que el legendario director y actor haya decidido instalar parte de su vida en Barcelona, una ciudad que desde hace años lo inspira y que ha servido de escenario para varias de sus películas. Entre rumores y confidencias, todo apunta a que el neoyorquino tiene su hogar en el barrio de Gràcia, uno de los rincones más bohemios y creativos de la capital catalana.

Un barrio a medida para Woody Allen

Y es que no hay barrio más perfecto para alguien como Woody Allen que Gràcia, con sus plazas llenas de terrazas, sus calles estrechas y su ambiente artístico. Aquí, entre cafeterías donde se mezclan idiomas y estudios de artistas escondidos tras puertas de madera, no resulta difícil imaginar al cineasta paseando con su cámara, en busca de detalles que quizá terminen formando parte de su próximo guion.

La relación del director con Barcelona viene de lejos. Títulos como Vicky Cristina Barcelona le dieron la oportunidad de retratar la ciudad con su mirada irónica y melancólica, y desde entonces, el creador de clásicos como Annie Hall o Manhattan ha sido visto en más de una ocasión disfrutando de sus calles y restaurantes. Su discreción, sin embargo, ha mantenido en secreto la ubicación exacta de su residencia, aunque todo indica que su refugio se esconde entre los callejones con encanto de Gràcia.

Convivir con una estrella del cine

De este modo, los vecinos del barrio han aprendido a convivir con la posibilidad de encontrarse, en cualquier momento, con el maestro del humor intelectual. Algunos aseguran haberlo visto tomando café en una terraza soleada; otros, caminando distraído con sus inseparables gafas y una cámara colgada al cuello.

Así pues, si algún día decides perderte por Gràcia, no dejes de mirar a tu alrededor. Quizá ese hombre que pasa desapercibido, con paso tranquilo y mirada curiosa, sea nada menos que Woody Allen, disfrutando de la ciudad que ha conquistado su imaginación y que le ha abierto las puertas como a uno de los suyos.