El piso en el que murió Mario Biondo, marido de Raquel Sánchez Silva, se convierte en un negocio lucrativo
Los padres de Mario Biondo van detrás de Raquel Sánchez Silva y su entorno
El piso en el que Mario Biondo, exesposo de la presentadora Raquel Sánchez Silva, falleció en 2013 se ha transformado en un centro de meditación zen. Este espacio, propiedad de la conocida conductora de televisión, ya no es su residencia y actualmente se encuentra alquilado a nuevos inquilinos. Estos nuevos ocupantes son los responsables del Centro de Meditación Zen Mokusan Dojo Zen, el cual paga a la viuda de Biondo alrededor de 2.100 euros mensuales por el uso del lugar, mientras ellos desarrollan allí su actividad lucrativa.
A pesar del trágico suceso ocurrido en ese apartamento, los actuales arrendatarios parecen no conocer los detalles de lo sucedido o, en cualquier caso, no le otorgan mayor importancia. En cambio, se enfocan en su misión espiritual y económica: Bárbara Kosen, reconocida como la primera monja zen en España, recibe diariamente a sus estudiantes para instruirlos en la práctica de la meditación. Su enseñanza se centra en la integración de la mente y el cuerpo, una disciplina que, además de ayudar a sus seguidores, se convierte en un negocio rentable. Aunque se desconoce cuánto cobran por los servicios de meditación, este tipo de actividades espirituales suele atraer a muchos interesados y reportar ingresos considerables, especialmente en un contexto donde el interés por el bienestar personal y la meditación está en auge.
Los padres de Mario Biondo investigan al entorno de Raquel Sánchez Silva
Mientras tanto, el caso de Mario Biondo sigue siendo un tema polémico. Años después de su muerte, la familia de Biondo continúa en una lucha por esclarecer lo sucedido. En España, la investigación concluyó que se trató de un suicidio, pero los padres de Mario no están satisfechos con este veredicto y buscan que se reabra el caso en Italia. Santina D’Alessandro, madre de Mario, ha manifestado a medios de comunicación su deseo de que el caso no sea desestimado en Italia, expresando que, en caso de ser necesario, la familia continuará su cruzada en redes sociales para dar a conocer los aspectos que consideran no fueron debidamente valorados en la investigación inicial. “La gente merece saber lo que realmente pasó”, dice Santina, mostrando su determinación para seguir luchando por la memoria de su hijo.
Uno de los que apoya esta causa es el criminólogo Óscar Tarruella, quien ha señalado irregularidades en los informes presentados en la resolución del caso. Según Tarruella, el informe se basó en información que considera corrupta, mencionando que no existían antecedentes de depresión en Mario y que el informe toxicológico sobre consumo de sustancias era erróneo. Además, un estudio mitocondrial del cabello de Mario arrojó resultados negativos, lo que plantea nuevas interrogantes sobre lo que realmente sucedió.
Ante esta situación, la familia de Biondo sigue buscando justicia. Giuseppe Biondo, padre de Mario, ha declarado que no descansará hasta obtener respuestas que les ofrezcan paz. La posibilidad de que el caso se reabra en Italia representa para ellos una esperanza, aunque el camino ha sido largo y lleno de obstáculos.