El equipo médico que atendió a Jesulín de Ubrique mete el miedo en el cuerpo a María José Campanario

Jesulín de Ubrique sufrió un infarto

Jesulín de Ubrique vuelve a estar en el centro de atención, aunque en esta ocasión no por su carrera como torero. El pasado 8 de septiembre, el matador fue ingresado de emergencia en el Hospital Regional de Málaga tras sufrir una angina de pecho, un suceso que marcó uno de los episodios más alarmantes de su vida. Aunque ya se encuentra en casa en proceso de recuperación, Jesulín está decidido a retomar su vida en los ruedos y planea reaparecer el próximo 18 de septiembre, pese a las advertencias de los médicos y la preocupación evidente de su esposa, María José Campanario.

En una entrevista con la revista ¡Hola!, Jesulín relató los angustiosos momentos que vivió aquella madrugada. Lo que inicialmente parecía una leve molestia, acompañada de fatiga y un intenso dolor en el cuello, resultó ser una seria advertencia de su salud cardíaca. "Creía que era una simple contractura muscular, pero hacia las tres y media de la madrugada, el dolor se volvió insoportable. Es un dolor difícil de describir", comentó el torero. Sin embargo, a pesar de este preocupante episodio, su mente sigue centrada en un objetivo claro: regresar a la plaza.

Jesulín de Ubrique, en estado delicado 

Por su parte, María José Campanario atraviesa momentos de gran tensión emocional. Desde que su marido fue hospitalizado, ha estado profundamente afectada, especialmente al descubrir que él minimizó la gravedad de su situación inicial. Ahora, Jesulín insiste en reaparecer en el ruedo apenas diez días después de salir del hospital, una idea que su esposa considera peligrosa e irracional. Según fuentes cercanas, la odontóloga ha intentado por todos los medios convencerlo de que priorice su salud, pero el torero se muestra inflexible ante las súplicas de su esposa y los contundentes consejos médicos.

Los especialistas que trataron a Jesulín han sido claros: volver a torear tan pronto sería un grave error. Señalan que someterse al esfuerzo físico y la presión emocional de una corrida de toros podría provocar un nuevo episodio cardíaco, aún más peligroso. Insisten en que el reposo absoluto es indispensable para evitar complicaciones mayores. No obstante, Jesulín ya ha preguntado si estará en condiciones de torear el día 18, dejando atónitos tanto a su familia como al personal médico.

La situación ha puesto a su entorno más cercano en una encrucijada. Los antecedentes del torero, que incluyen múltiples cornadas y un accidente automovilístico casi fatal, agravan la preocupación de su familia, especialmente la de María José Campanario, quien no solo teme por la salud de su esposo, sino también por su obstinación. Aunque Jesulín admite haber sentido el miedo de cerca —"le he visto las orejas al lobo", confesó—, parece que esta experiencia no ha sido suficiente para disuadirlo de volver a los ruedos. Su decisión en los próximos días será crucial, y todos, desde su familia hasta los médicos, esperan que el torero opte por priorizar su salud.