El gran engaño con la tónica, ni es digestiva ni tiene beneficios para tu organismo

El gran engaño con la tónica, ni es digestiva ni tiene beneficios para tu organismo

La tónica es una bebida popular, especialmente como acompañante de cócteles, pero su fama de tener beneficios digestivos y saludables es más un mito que una realidad. Este concepto erróneo tiene raíces históricas y está reforzado por estrategias de marketing. Sin embargo, al analizar su composición actual, queda claro que no ofrece los supuestos beneficios que se le atribuyen.

La tónica nació en el siglo XIX como un remedio para la malaria, ya que contenía quinina, un compuesto extraído de la corteza del árbol de la quina con propiedades antipalúdicas. Aquellas primeras fórmulas eran extremadamente amargas, lo que llevó a añadir azúcar y agua carbonatada para hacerla más agradable al paladar. Esto marcó el inicio de su transformación en una bebida recreativa.

Existen alternativas más adecuadas para mejorar la digestión

Con el tiempo, su asociación con la quinina dio lugar a la creencia de que la tónica tenía propiedades medicinales, incluyendo efectos positivos sobre la digestión. Sin embargo, las versiones comerciales modernas contienen cantidades mínimas de quinina, insuficientes para generar algún beneficio terapéutico. Además, la concentración de azúcar en muchas marcas de tónica puede contrarrestar cualquier supuesto efecto positivo

Tónica, entre el mito y la realidad. Foto: Unsplash

El amargor, característico de la quinina, se asocia tradicionalmente con una mejora en la digestión, ya que se cree que estimula la producción de bilis y jugos gástricos. Sin embargo, la cantidad actual de quinina en la tónica no es significativa para que esto ocurra. De hecho, algunas tónicas contienen hasta 8 gramos de azúcar por cada 100 ml, lo que puede tener un impacto negativo en la salud metabólica si se consume en exceso

Algunas tónicas contienen hasta 8 gramos de azúcar por cada 100 ml

Si buscas mejorar la digestión o simplemente deseas disfrutar de una bebida saludable, opciones como infusiones de hierbas o agua con gas y limón son alternativas más efectivas. Estas opciones no contienen calorías vacías ni edulcorantes artificiales, presentes en muchas tónicas comerciales.

La tónica, aunque refrescante y popular, no aporta beneficios significativos para la digestión ni para la salud en general. La idea de que es saludable proviene de su origen histórico y de estrategias publicitarias. Como consumidores, es esencial leer las etiquetas y no dejarse llevar por creencias sin fundamento, priorizando alternativas más naturales y beneficiosas