Zarzuela ya tiene todo listo para el funeral de Juan Carlos I
La Casa Real ya tiene acordado un protocolo de emergencia para el fatídico momento
El estado de salud de Juan Carlos I invita a pensar en que lo más conveniente para todos es que Casa Real comience a elaborar un meticuloso protocolo dedicado al funeral del emérito. Y es que, dado el delicado estado en el que se encuentra la imagen de Don Juan Carlos, en Zarzuela han comenzado a analizar las decisiones que deben tomar de cara al plan a seguir cuando el padre de Felipe VI fallezca. Pues, todo apunta a que no hay gran correlación entre lo que piensa Juan Carlos I y lo que quiere hacer su hijo.
En este sentido, a pesar de que ya hay una especie de protocolo dedicado a lo que se va a hacer con el cuerpo de Juan Carlos I cuando ya haya fallecido, la realidad es que, a día de hoy, cumplir dicho protocolo resulta físicamente imposible. El emérito pide que lo entierren en el Panteón de los Reyes en El Escorial, junto al resto de los Borbón. Un sueño que no parece que se vaya a poder cumplir, a no ser que se amplíe el espacio para ubicar el cuerpo de Juan Carlos I.
Felipe VI no quiere grandes homenajes por la polémica que rodea a su padre
Por otro lado, Juan Carlos I también ha dejado estipulado en el protocolo oficial que se realice un funeral de Estado y que se realice como el gran monarca que considera que ha sido. No quiere ser menos que la reina Isabel II, por lo que quiere que lo lleven al Palacio Real y luego se haga una gran ceremonia multitudinaria para darle el último adiós. Todo esto está estipulado en un protocolo que Felipe VI sueña con destruir.
Y es que Felipe VI considera que, por el bien de la estabilidad de Zarzuela, lo mejor es no hacer una gran ceremonia en honor al emérito. En cambio, preferiría organizar un acto familiar y mucho más modesto para evitar grandes críticas que puedan generar inestabilidad en el seno de la Casa Real.
Así pues, a pesar de que Juan Carlos I ya ha establecido el protocolo a seguir cuando fallezca, todo apunta a que Felipe VI tiene unos planes completamente diferentes a los de su padre.