Zarzuela pidió a Letizia que borrara uno de sus tatuajes más incómodos
La reina Letizia y un tatuaje que molestaba en la familia real
La reina Letizia, al igual que muchas personas, tiene un pasado que la define. Antes de convertirse en parte de la familia real española, Letizia fue una joven con una actitud rebelde, dispuesta a experimentar y a desafiar las normas establecidas. Durante su época de estudiante en México, vivió varias anécdotas que hoy se conocen, desde su afición por hacer autostop hasta hacerse un tatuaje en una zona íntima, algo que resultó ser una parte controversial de su pasado.
Según varios cronistas, durante su estancia en México, Letizia se dedicaba a vender tabaco en las calles mientras trabajaba en su tesis doctoral. Este trabajo lo hacía, como muchos jóvenes, para conseguir dinero y disfrutar de su tiempo libre con sus amigos. Fue en esa época cuando comenzó a forjarse una imagen que, aunque algo rebelde, la caracterizaba como una joven común, ajena a la vida protocolaria que más tarde la rodearía.
Letizia se hizo un tatuaje muy comprometido
Una de las periodistas más cercanas a la casa real, Pilar Eyre, ha relatado varios detalles de esta etapa de Letizia. Según Eyre, Letizia pasó parte de su juventud en Cataluña, donde aprendió catalán mientras vivía con su hermana. También relató que Letizia llevaba una vida algo desenfadada, disfrutando de los veranos y haciendo autostop para moverse entre playas. Según Eyre, incluso llegó a tener una vida sexual activa durante esos años, algo que formaba parte de la actitud libre de Letizia en sus primeros años.
Entre las curiosidades de esta época, Eyre mencionó que Letizia se hizo un tatuaje en una zona oculta de su cuerpo. El lugar exacto nunca ha sido revelado, pero se especula que solo lo sabrían Felipe VI y las personas más cercanas a ella. Lo que es seguro es que en sus apariciones públicas, la reina nunca ha mostrado este tatuaje, lo que lleva a la especulación sobre su ubicación.
Casa Real recomendó a Letizia eliminar el tatuaje
Al parecer, en los días previos a su boda con Felipe VI, desde la Casa Real se recomendó a Letizia que eliminara ese tatuaje, ya que podría resultar perjudicial para su imagen. Aunque en la actualidad los tatuajes son más comunes, hace dos décadas todavía existía un estigma relacionado con ellos, especialmente en figuras públicas de tan alto nivel.
Hoy en día, nadie sabe si Letizia obedeció esa sugerencia o si mantuvo el tatuaje, pero lo cierto es que, si no lo eliminó, ha logrado ocultarlo muy bien. A lo largo de sus apariciones en público, especialmente en imágenes en bikini, nunca ha sido visible, lo que da pie a pensar que la reina tiene bien guardado este detalle de su pasado.