Se agravan los problemas de salud de Carlos III, los médicos no le dan esperanza de vida
El empeoramiento de Carlos III ha ido creciendo con paso de los meses
A lo largo de estos últimos meses, Carlos III solamente ha recibido malas noticias por parte de su equipo médico. El Rey de Inglaterra ya sabe que no ha habido ningún tratamiento capaz de hacer que el cáncer de colon que le fue detectado ahora hace un año remita. Lo que ha generado una gran preocupación en el seno de la Casa Real de Gran Bretaña, donde ya hace tiempo que se preparan para un final que, hasta el momento, parece absolutamente inevitable por culpa del avance de la enfermedad.
Ante esta situación, no han sido pocos los intentos por parte de los médicos de Buckingham a la hora de hacer que algún tratamiento responda y haga cambiar el destino de un Carlos III que ya es consciente de que si nada hace efecto, podría quedarle menos de un año de vida. Lo que ha hecho que en la Casa Real de Gran Bretaña todos se hayan puesto a pensar en la coronación y sucesión de Guillermo de Gales.
La salud de Carlos III empeora a pasos agigantados
La realidad es que el cáncer de colon que sufre Carlos III es algo que ha ido empeorando la salud y la calidad de vida general del Rey de Inglaterra. Y es que mientras que antes era un hombre lleno de vitalidad y energía para hacer lo que quería, ahora ya no es capaz de moverse libremente o de viajar al lugar que considere oportuno, ya que necesita una serie de cuidados médicos durante las 24 horas del día.
Además, tal y como revelan fuentes cercanas a Buckingham, Carlos III ya no es capaz de moverse libremente, sus piernas han comenzado a mostrar signos de flaqueza y hay ocasiones en las que le es muy complicado mantenerse de pie durante períodos prolongados de tiempo. Una situación que ya hizo que no pudiera acudir a la primera misa del Papa León XIV, ya que requería de un viaje y un largo periodo de tiempo de pie.
Así pues, el empeoramiento de Carlos III comienza a ser un temor real de Buckingham, donde se han comenzado a hacer a la idea de que el Rey de Inglaterra podría fallecer más pronto de lo que nadie desearía.