Rafael Arroyo, médico experto en Alzheimer, la enfermedad que sufre Irene de Grecia: “No es posible prevenir”
La hermana de la reina Sofía lleva años luchando contra el Alzheimer
El silencio en torno a Irene de Grecia se ha hecho más evidente en los últimos meses. La hermana de la reina Sofía, siempre discreta, ha desaparecido por completo de las reuniones familiares y de los veranos en Mallorca. Según fuentes cercanas, permanece en el Palacio de la Zarzuela, arropada por un equipo sanitario que la atiende de manera permanente. Su entorno reconoce que el Alzheimer que padece ha progresado con mayor rapidez de la prevista, lo que ha provocado una honda preocupación en los Borbón.
Y es que el Alzheimer continúa siendo uno de los grandes desafíos médicos del presente. El incremento de la esperanza de vida —que permite a muchas personas alcanzar edades superiores a los 90 años— ha traído consigo un aumento de patologías neurodegenerativas. Igual que los huesos o los músculos se desgastan con el tiempo, también lo hace el cerebro: las neuronas mueren lentamente y, con ellas, recuerdos, costumbres y hasta la capacidad de reconocerse a uno mismo.
Una enfermedad imprevisible e incurable
Según se ha podido saber y ha relatado el doctor Rafael Arroyo, una institución en la investiagación nuerológica y jefe del Servicio de Neurología de Olympia, subraya que “la edad sigue siendo el factor más determinante”. Explica que alrededor del 6% de la población de 70 años convive con la enfermedad, y que la cifra supera el 15% entre quienes alcanzan los 80. A su juicio, el Alzheimer se perfila como “un problema sociosanitario de enorme magnitud” si no se refuerzan los recursos destinados a su abordaje.
El especialista insiste en que, pese a los avances en investigación, “no existe un método para prevenir su aparición”. Sin embargo, señala que mantener hábitos saludables puede retrasar la manifestación de los síntomas. Entre esas pautas menciona el ejercicio físico regular, los retos intelectuales —leer, estudiar, aprender nuevas destrezas— y la interacción social constante.
Así pues, la realidad es que el Alzheimer sigue siendo un enemigo silencioso que avanza mientras los expertos buscan soluciones. La historia de Irene de Grecia recuerda que, aunque el cariño y los cuidados suavicen el camino, el desafío para la ciencia y las familias apenas comienza.