Peng Liyuan, la esposa del presidente de la República Popular China, termina harta de Letizia

Una visita oficial marcada por gestos y silencios reveladores

La reina Letizia volvió a acaparar todas las miradas durante su visita de Estado a China. En la segunda jornada, apareció con un abrigo de inspiración oriental firmado por Carolina Herrera New York. La prenda, de lana y cachemir, estaba bordada con motivos florales en tonos suaves, un guiño directo al país anfitrión.

Fue un movimiento calculado. Letizia sabe cómo dominar la escena, cómo atraer el foco incluso en los actos más formales. Su look, equilibrado entre elegancia y modernidad, fue interpretado como un homenaje a la cultura china… pero también como una declaración de estilo y protagonismo.

Durante la ceremonia en el Gran Palacio del Pueblo, su figura destacó frente a la sobriedad del resto de asistentes. La reina española combinó el abrigo con un vestido rosa empolvado y accesorios a juego, transmitiendo esa mezcla de cercanía y perfección que tanto cultiva. Mientras Felipe VI se centraba en los acuerdos económicos, Letizia conquistaba los titulares con su porte impecable y su sonrisa estudiada.

Peng Liyuan, eclipsada y molesta

Sin embargo, no todo fue armonía en esta visita. Se comenta que Peng Liyuan, esposa del presidente Xi Jinping, terminó algo cansada de su invitada. Acostumbrada a ser la figura más admirada en los actos oficiales, Peng habría sentido que la reina española le robaba la escena.

Letizia llegó con aires de estrella. Opinaba sobre todo, corregía detalles y se movía con la seguridad de quien conoce el poder de la imagen. En el encuentro en el Beijing Demonstration Center, mientras ambas visitaban las instalaciones, Letizia hablaba con soltura, posaba para las cámaras y guiaba conversaciones. Peng, que siempre ha mantenido una presencia más discreta, pareció quedar en segundo plano.

Dicen que la primera dama china la encontró “demasiado segura”, incluso algo “mandona”. Letizia, fiel a su estilo, no cedió ni un milímetro. Se mostró cercana con el personal del centro y no dudó en marcar su propio ritmo. Al final del día, el comentario era unánime: la reina de España había brillado… pero a costa de eclipsar a su anfitriona. Peng Liyuan, artista y mujer influyente, no está acostumbrada a compartir su papel de estrella. Y, esta vez, Letizia no solo lo compartió: lo conquistó.