Paloma Rocasolano ha pasado de vivir en una buhardilla de 37 metros en Madrid a tener una suite en Zarzuela

Paloma Rocasolano, la suegra del rey Felipe VI, disfruta ahora de una vida de lujo en Zarzuela que antes parecía inalcanzable.

El ascenso de Letizia Ortiz al trono de España no solo cambió su vida, sino también la de su madre, Paloma Rocasolano. Lo que en su momento era una vida humilde como enfermera, viviendo en una modesta buhardilla de 37 metros cuadrados en Madrid, ha dado paso a un estilo de vida lleno de privilegios. Paloma no solo abandonó su pequeña vivienda, sino que ahora disfruta de una suite en el Palacio de la Zarzuela, un cambio que no ha pasado desapercibido para la opinión pública ni para los trabajadores del Palacio. 

El confinamiento por la pandemia fue el detonante de este giro inesperado. Letizia invitó a su madre a mudarse al Palacio, argumentando la necesidad de reforzar los lazos familiares en un momento de incertidumbre. Sin embargo, lo que comenzó como una medida temporal parece haberse convertido en una situación permanente, generando tensiones y comentarios entre el personal de la Casa Real. 

De un piso modesto en Madrid al Pabellón del Príncipe en Zarzuela

Ahora bien, antes de que su hija contrajera matrimonio con el entonces príncipe Felipe, Paloma Rocasolano llevaba una vida que muchos considerarían ordinaria. Su pequeño piso en la madrileña plaza de Ópera, pagado tras años de esfuerzo, era el reflejo de una mujer trabajadora y autosuficiente. Este pequeño espacio de 37 metros cuadrados, que contaba con una acogedora alcoba, un comedor, una sala, una cocina, un baño y una buhardilla que utilizaba como dormitorio, servía como su refugio personal.

Sin embargo, el traslado a Zarzuela marcó un punto de inflexión. En lugar de su antiguo hogar, ahora Paloma recorre los amplios pasillos del Pabellón del Príncipe, la residencia de los reyes Felipe VI y Letizia de más de 1.800 metros cuadrados, disfrutando de paseos por sus jardines y compartiendo cenas con la Familia Real. Este cambio drástico no ha sido bien recibido por algunos empleados del palacio, quienes afirman que Rocasolano ha adoptado una actitud más altiva y exigente, muy distinta a su carácter humilde de antaño. 

¿Reevaluar los privilegios? Las quejas sobre Paloma Rocasolano toman fuerza

El cambio en la dinámica familiar y laboral dentro del palacio ha generado incomodidad. Según fuentes internas, Paloma Rocasolano no duda en hacer sentir su posición privilegiada, lo que ha llevado a un ambiente laboral tenso para los empleados. Las quejas sobre su trato "denigrante" se han multiplicado, dejando entrever que no todos están contentos con su presencia constante en Zarzuela. Este clima de descontento refleja no solo la incomodidad de los trabajadores, sino también el desafío que representa para la Casa Real mantener un equilibrio entre las relaciones familiares y el funcionamiento interno del palacio. La situación ha llevado a algunos a cuestionar si los privilegios de la suegra del rey deben ser reevaluados, especialmente en un contexto donde la imagen de la monarquía es crucial.

Mientras tanto, Paloma Rocasolano parece disfrutar plenamente de los beneficios que le otorga su nuevo estatus. Ahora, planifica escapadas de lujo alrededor del mundo, cenas en restaurantes exclusivos y tratamientos estéticos que complementan su nueva imagen. De hecho, cuando Felipe VI está fuera de compromisos oficiales, Paloma y Letizia toman el control del Palacio, disfrutando de las comodidades que antes parecían inalcanzables.