Paloma Rocasolano dejaba una buhardilla de 37 metros a Letizia para verse con amantes

El apartamento habría sido para Letizia un espacio estratégico para mantener reuniones privadas lejos del ojo público.

La madre de la reina Letizia, Paloma Rocasolano, vuelve al foco mediático tras la publicación de rumores sobre un piso en Madrid que habría utilizado para encuentros privados durante los años previos a la ascensión de su hija al trono. Según diversas informaciones, la vivienda, una buhardilla de apenas 37 metros cuadrados, habría sido el escenario de citas con personas cercanas, incluyendo a Jaime del Burgo, con quien se le vincula sentimentalmente en la época en que Letizia aún no era reina.

La buhardilla, ubicada en una zona céntrica de Madrid, fue durante años la residencia de Paloma Rocasolano, conocida por su carácter discreto y su papel protector hacia sus hijas, Letizia y Telma Ortiz. Aunque modesto en tamaño y comodidades, el apartamento habría sido un espacio estratégico para mantener reuniones privadas lejos del ojo público, especialmente durante la creciente atención mediática que comenzó a rodear a la familia tras el noviazgo de Letizia con Felipe VI.

Fuentes cercanas aseguran que Rocasolano, lejos de desprenderse del inmueble cuando dejó de vivir allí, mantuvo el control sobre la propiedad durante años, lo que alimenta las especulaciones sobre el uso que le dio en ese tiempo.

Rocasolano alcaguete de sus hijas Letizia y Telma

El piso en cuestión no solo es relevante por las historias que lo rodean, sino también por su simbolismo. Representa una etapa de la vida de Paloma Rocasolano anterior a la exposición pública que conlleva ser la madre de la reina. En ese entonces, su vida giraba en torno a su trabajo como enfermera y su papel como madre de familia, lejos de los focos que luego iluminarían su figura.

Con el paso del tiempo, y especialmente tras la boda real de Letizia y Felipe en 2004, Rocasolano fue asumiendo un perfil más institucional, aunque siempre desde la discreción. La historia de este pequeño apartamento, sin embargo, sigue alimentando la narrativa de una vida anterior más compleja y privada, que contrasta con su papel actual como abuela de la heredera al trono, la princesa Leonor.

Rocasolano dejó un piso para encuentros de Letizia y sus amantes 

Tiempo después Rocasolano conoció a Marcus, con quien empezó una relación. Entonces Paloma se mudó y se instaló en la vivienda de su nueva pareja. Sin embargo, no llegó a dejar el piso en el que vivía.

Aquel lugar se convirtió en el nuevo refugio de Letizia cuando quería tener algún encuentro con alguna de sus aventuras.  Y entre ellas estaba la de Jaime del Burgo. Era uno de los lugares de encuentros entre Letizia y el que acabaría siendo su cuñado. Allí también se habrían visto cuando Letizia ya estaba casada con Felipe, en la segunda etapa de su presunta relación.