Pablo Urdangarin disgusta a los reyes con el mensaje para su padre en la camiseta del Granollers
El gesto de Pablo Urdangarin en su camiseta revive tensiones en la Casa Real mientras brilla en la liga Asobal
Pablo Nicolás Sebastián de Todos los Santos Urdangarin y Borbón, el hijo de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, sigue brillando en el balonmano. A sus 24 años, Pablo juega para el Fraikin BM Granollers, equipo que marcha segundo en la liga Asobal. En cada partido, lleva un detalle muy especial en su camiseta: el nombre Urdangarin acompañado del número 77. Este número es un claro homenaje a su padre, que siempre jugó con el mítico 7.
Pero esta elección no ha sentado bien en la Casa Real. El gesto de Pablo ha generado incomodidad entre los miembros de la familia real, que prefieren mantener cierta distancia respecto a la figura de Iñaki, marcado por su polémica pasada. Para ellos, el mensaje en la camiseta es demasiado explícito, un recordatorio constante que no ayuda a la imagen de la familia.
Iñaki Urdangarin, exjugador del FC Barcelona y de la selección española, es una leyenda del balonmano. Sin embargo, su legado está empañado por controversias personales y legales. Por eso, que su hijo lleve su nombre y un número tan simbólico durante los partidos provoca opiniones divididas. Mientras Pablo quiere honrar a su padre, en Palacio lo ven como un movimiento incómodo, una llamada de atención que preferirían evitar.
Un futuro prometedor con el balonmano y el apoyo familiar
Pablo Urdangarin no solo carga con un nombre ilustre, sino con grandes expectativas deportivas. Este extremo derecho, que mide 1,94 metros, es uno de los máximos goleadores de la liga. Con 77 goles en 22 partidos, demuestra que tiene talento para seguir los pasos de su padre. Además, en 2023 ganó el Mundial Universitario y fue elegido MVP y máximo anotador.
Su carrera está bien acompañada. Iñaki asiste con frecuencia a sus partidos, junto a su madre, la infanta Cristina, y su pareja Johanna Zott. La novia de Pablo, estudiante de medicina, está muy integrada en la familia. Pablo también estudia Sports Management en Barcelona, equilibrando deporte y formación.
Aunque el homenaje con el número 77 genera controversia en la Corona, el joven Urdangarin sigue adelante, apoyado por su familia y por su ambición deportiva. Quiere que su talento y esfuerzo hablen por sí mismos. Y pese a la polémica, él continúa escribiendo su propia historia, con orgullo y respeto por su legado.