Miguel Urdangarin, vacaciones en Ibiza a 4.000 euros por día
Unas vacaciones discretas, pero llenas de detalles que no pasan desapercibidos
Miguel Urdangarin ha elegido Ibiza como su destino estrella este verano. El hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin está disfrutando de unos días de lujo con amigos en una exclusiva mansión de la isla. El precio del capricho: 4.000 euros diarios. Un descanso al alcance de muy pocos.
La casa, situada en una zona privilegiada de la isla balear, cuenta con piscina infinita, vistas al mar y todo tipo de comodidades. No es una simple escapada: es una experiencia de alto nivel, donde la privacidad y el confort están asegurados. El joven, que normalmente se mantiene alejado del foco mediático, no ha podido evitar que su escapada genere revuelo. A sus 22 años, Miguel sigue siendo uno de los nietos más discretos del rey emérito, pero este tipo de planes lo colocan inevitablemente en el centro de la atención.
Una compañía muy especial
Pero no está solo. Le acompañan varios amigos cercanos, entre ellos Olympia de Grecia y Beracasa, con quien se le ha relacionado en los últimos meses. La conexión entre ambos ha despertado rumores de una posible relación, aunque no hay confirmación oficial. Lo que sí está claro es que Miguel ha apostado por unas vacaciones distintas. Ni hoteles, ni viajes exprés: una villa privada, lejos del bullicio, donde puede relajarse sin interrupciones. Un plan cuidadosamente elegido.
La casa alquilada se encuentra entre las más exclusivas de la isla. Amplios jardines, cocina gourmet y servicio de chef privado. Todo pensado para desconectar y disfrutar. Mientras la familia real sigue con su agenda pública o privada, Miguel vive el verano a su manera. Rodeado de amigos, en un entorno de ensueño, y alejado del protocolo. Un estilo de vida que combina juventud, privilegio y libertad.
Aunque para muchos sea un gasto excesivo, para él parece ser solo una forma más de vivir el presente. Ibiza es su refugio por unos días. Y lo está exprimiendo al máximo. El nieto del rey emérito parece haber encontrado en Ibiza el escenario perfecto para desconectar del mundo, disfrutar de la compañía de sus amigos y saborear un verano de lujo... sin preocuparse por el precio.