Miguel Urdangarin, muy desagradable con los hijos de Ainhoa Armentia, el peor de los 4 hermanos

Miguel Urdangarin se ha vuelto muy reacio a la nueva familia de su padre.

El vínculo entre la familia Urdangarin y Ainhoa Armentia, la pareja actual de Iñaki Urdangarin, ha sido difícil desde sus comienzos. Ainhoa, que proviene de una relación anterior y tiene dos hijos, ha procurado que su nuevo matrimonio con Iñaki se incorpore de la forma más óptima posible.

No obstante, hasta el momento, la relación entre los hijos de ambos no ha alcanzado un nivel en el que todos se sientan a gusto, y, especialmente, Miguel Urdangarin ha demostrado una postura especialmente desagradable hacia los hijos de Ainhoa, lo que ha provocado tensión y separación.

Separación entre ambas familias

Ainhoa Armentia y Iñaki Urdangarin han tratado de mantener una vida matrimonial común, sin embargo, los hijos de ambos no han logrado el acercamiento previsto. Los hijos de Ainhoa, al compartir su vida con ella, están mucho más vinculados a su vida diaria con Iñaki. No obstante, esto no es comparable para los Urdangarin, quienes no conviven habitualmente con el mismo ambiente ni muestran disposición para establecer una relación con los hijos de la pareja de su padre.

Para los Urdangarin, no se sienten a gusto con la presencia de Ainhoa y sus hijos; en cambio, parecen oponerse a cualquier aproximación. Miguel, el segundo de los cuatro hermanos, ha demostrado una postura de repudio hacia la familia de Ainhoa y expresando que no muestra ningún interés en conocer a su madrastra ni a sus hijos. Incluso Irene, la más pequeña, parece imitar a su hermano y conserva una postura fría y distanciada, aunque no tan agresiva.

Miguel, el más renuente de todos 

Miguel ha manifestado su intención de no relacionarse con los hijos de Ainhoa y ha sido caracterizado como "el más incómodo" de los hermanos en este escenario. Se ha rechazado conocerlos y no ha demostrado ninguna disposición para aliviar las tensiones o, al menos, mostrar cordialidad en sus reuniones esporádicas. A pesar de que otros hermanos, como Pablo, presentan una postura más neutral y distanciada, Miguel sobresale por su agresividad. El segundo hijo ha sido especialmente renuente, tanto así que se ha apartado a cualquier acercamiento, generando un ambiente complicado entre ambas familias.

Para Ainhoa, la circunstancia es complicada. Aunque ha tratado de acercar a las dos familias, el rechazo de los Urdangarin es un hecho que no se puede pasar por alto. A pesar de que la situación podría mejorar con el paso del tiempo, en la actualidad parece improbable. Hasta ahora, la relación de Miguel con los hijos de Ainhoa ha sido inexistente, y, según familiares próximos, "Miguel simplemente no desea conocer nada de ellos".

Por el momento, la coexistencia está lejos de progresar. Los Urdangarin han manifestado que no consideran a los hijos de Ainhoa como miembros de su familia, lo que ha provocado que cualquier esfuerzo por acercarse se traduzca en un clima de tensión aún más intenso. La esperanza de que, con el paso del tiempo, la situación pueda estabilizarse persiste, pero la situación actual refleja una relación fracturada y complicada, en la que cada parte parece haber optado por su propio lado.