Miguel Urdangarin mueve contactos millonarios a su padre con los que hace negocios en el extranjero

Miguel Urdangarin conecta a su padre con Alfredo Beracasa, un influyente empresario venezolano, abriendo puertas para proyectos internacionales.

Desde que se separó de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin ha aprendido a manejarse entre los mares de la discreción y el poder. A pesar de que ya no pertenece a la familia real, el exduque de Palma conserva su habilidad para establecer vínculos estratégicos que lo vinculan con personalidades prominentes.

En este punto, su hijo Miguel Urdangarin se ha transformado en un vínculo crucial para que Iñaki obtenga acceso a nuevos contactos, algunos de los cuales pueden abrir puertas en el ámbito global.

Miguel y Olympia, una conexión con futuro

Miguel Urdangarin, el tercer hijo de Iñaki y Cristina, sostiene una relación con Olympia, una chica de ascendencia privilegiada que conoció durante sus años universitarios en Suiza. Olympia forma parte de una familia adinerada con negocios en diversos países. Su progenitor, Alfredo Beracasa, es un emprendedor y banquero venezolano. Asimismo, es poseedor de propiedades en zonas como Miami, la Costa Azul y Ginebra.

El vínculo entre Miguel y Olympia ha sido muy bien acogido por Iñaki, quien ha demostrado un particular interés por la familia de la chica. De acuerdo con fuentes próximas, esta relación ha brindado a Iñaki la posibilidad de conocer de manera personal a Alfredo Beracasa, y los encuentros han trascendido lo meramente cotidiano. Se menciona que ambos hombres han conversado acerca de posibles negocios que podrían realizarse en el extranjero, utilizando las relaciones y la experiencia empresarial del suegro de Miguel.

Iñaki Urdangarin, encantado con las oportunidades

Desde la primera reunión, Iñaki Urdangarin manifestó un gran entusiasmo por la oportunidad de construir una relación más íntima con Alfredo Beracasa. Fuentes vinculadas a la familia sostienen que el exduque quedó fascinado por la magnitud de influencia y las relaciones internacionales de Beracasa, quien no solo posee una red de negocios sólida, sino también un acceso privilegiado a círculos de poder en diversas regiones del planeta.

Los diálogos entre Iñaki y el empresario venezolano se han centrado en explorar posibilidades de cooperación en mercados internacionales. Pese a que no se han divulgado detalles concretos, se considera que los intereses de ambos podrían unirse en el sector inmobiliario y financiero, campos en los que Beracasa cuenta con una extensa experiencia. Esta proximidad no es casual. Desde que abandonó el mundo real, Iñaki ha intentado mantener un perfil discreto, pero con un objetivo claro: garantizar su estabilidad financiera y descubrir nuevas vías de ingresos.

El enlace con Beracasa, promovido por Miguel y Olympia, constituye una oportunidad inestimable para continuar ampliando su red de relaciones. A pesar de que Iñaki ya no tiene vínculos oficiales con la familia real, su habilidad para establecerse estratégicamente no ha reducido.

Con el apoyo de Miguel, que se ha transformado en un intermediario natural entre su padre y el ambiente de Olympia, Iñaki está utilizando estas relaciones para garantizar un futuro económico robusto. 

El interés recíproco entre Iñaki y Alfredo Beracasa no solo fortalece la vinculación entre las dos familias, sino que también posibilita la realización de proyectos de gran envergadura. A medida que Miguel y Olympia fortalecen su vínculo, la relación entre sus padres podría transformarse en una asociación de negocios que favorezca a ambos lados.