Miguel Urdangarin ha sido rechazado después de un año de preparación

Un camino lleno de obstáculos: la difícil trayectoria laboral de Miguel Urdangarin genera inquietud en la Casa Real.

La infanta Cristina, acostumbrada a mantener un perfil bajo en cuanto a la vida de sus hijos, enfrenta uno de los momentos más delicados como madre. El fracaso de Miguel Urdangarin en consolidar su carrera profesional y el incierto rumbo que han tomado varios de sus hijos están poniendo en jaque la imagen que siempre intentó proyectar. Aunque la infanta ha insistido en criarlos con valores de responsabilidad y dedicación, la realidad está demostrando ser mucho más complicada.

El caso de Miguel Urdangarin, el tercero de los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, es especialmente llamativo. Después de completar sus estudios en Ciencias del Mar en Londres, parecía que el joven de 22 años tenía el futuro asegurado. Sin embargo, tras un año de prácticas en una prestigiosa empresa, esta decidió no renovarle el contrato, dejándolo sin una dirección clara. Esta decisión fue un duro revés para Miguel, quien, decepcionado, se trasladó a Ginebra con el objetivo de convertirse en instructor de esquí.

Una familia en crisis: preocupaciones sobre el futuro de Miguel e Irene Urdangarin

Sin embargo, la mala suerte continuó persiguiéndolo: una lesión lo obligó a abandonar la formación y frustró sus planes de obtener la certificación necesaria para ejercer como monitor. Al no encontrar otra salida en Suiza, Miguel decidió mudarse a Madrid, donde encontró apoyo en su hermana menor, Irene Urdangarin. Sin embargo, la realidad de esta última tampoco es alentadora. Irene, quien no logró superar las pruebas de acceso para estudiar Administración y Dirección Hotelera en la prestigiosa Universidad de Lausana, decidió tomarse un año sabático en Camboya, algo que no estaba en los planos de su madre. Tiempo después, la benjamina de la familia se matriculó en la carrera de Hostelería en la Universidad de Oxford en Londres, donde tampoco ha tenido un buen rendimiento académico.

La situación de ambos hermanos ha generado múltiples preocupaciones en el círculo íntimo de la familia. Por un lado, Miguel Urdangarin, sin empleo fijo, evalúa retomar el curso de monitor de esquí una vez que se recupere de su lesión. Por otro, Irene Urdangarin sigue buscando una dirección académica que la motive, pero sus dudas sobre la universidad la han llevado a considerar abandonar definitivamente la educación formal.

Un futuro incierto que inquieta a la Casa Real

La inquietud de la infanta Cristina ha llegado a tal punto que incluso el rey emérito Juan Carlos I ha intervenido para intentar guiar a sus nietos. Según fuentes cercanas a la familia, el ex monarca organizó una reunión con Miguel e Irene en Londres para instarlos a reflexionar sobre sus decisiones y plantear un futuro más estable. Sin embargo, los resultados no parecen haber sido los esperados. Aunque Miguel Urdangarin muestra intención de volver a intentarlo en el mundo del esquí, sigue sin una hoja de ruta clara. Por su parte, Irene parece más interesada en disfrutar de la vida social londinense que en su carrera en Oxford.

Esta situación ha llevado a la infanta Cristina a sentirse desbordada. Tras años dedicados a construir una imagen de familia ejemplar, los fracasos académicos y laborales de sus hijos más pequeños amenazan con empañar esa narrativa. Mientras tanto, los jóvenes Urdangarin intentan mantenerse alejados del escrutinio mediático, aunque los rumores sobre sus vidas privadas siguen alimentando titulares.