Miguel Ángel Revilla destapa su pacto secreto con Felipe VI: “La demanda no ha llegado, ni llegará”

Un silencio largo y un acuerdo inesperado

Miguel Ángel Revilla siempre ha sido una figura peculiar dentro del panorama político español. Carismático, espontáneo y con un estilo muy cercano, ha logrado ganarse el cariño de ciudadanos de todas las edades. Su presencia constante en televisión, desde El Hormiguero hasta La Sexta Explica, lo ha convertido en un rostro familiar y en alguien que no teme decir lo que piensa, aunque eso le genere problemas. Y uno de los mayores llegó hace unos meses, cuando Juan Carlos I decidió demandarlo por vulnerar su honor. Para Revilla, aquel golpe fue especialmente doloroso. Durante décadas había considerado al rey emérito un amigo, pero la decepción personal y política acabó fracturando esa relación. Lo que no esperaba es que fuera él, y no otros nombres conocidos que han hablado del emérito, quien terminara en los tribunales.

A pesar de todo, una oleada de apoyo social y mediático arropó al expresidente cántabro. Muchos españoles entendieron su postura y hasta figuras públicas se ofrecieron a ayudarle a costear los 50.000 euros que exigía Juan Carlos I. Sin embargo, tras el acto de conciliación, al que el emérito ni siquiera asistió, el conflicto parecía destinado a alargarse en el tiempo. Revilla no estaba dispuesto a rectificar y el procedimiento judicial siguió su curso… al menos oficialmente.

Un pacto discreto y una intervención decisiva

Durante meses, el silencio llamó la atención. No había avances, no había noticias y el propio Revilla evitaba comentar el tema en sus apariciones televisivas. Lo que pocos sabían es que, entre bambalinas, la Casa Real ya estaba moviendo ficha. Felipe VI, consciente de que aquel enfrentamiento dañaba a ambas partes y alimentaba titulares incómodos, decidió intervenir de forma directa.

Según relató el propio Revilla, mantuvo una conversación privada con el monarca en la que ambos coincidieron en la necesidad de cerrar el asunto sin más ruido ni desgaste. Felipe VI le pidió prudencia y que evitara en adelante declaraciones sobre su padre; a cambio, él se encargaría de que la situación no fuera a más. Y así ha sido. Los últimos movimientos apuntan a que Juan Carlos I ha retirado la demanda, una decisión que podría estar vinculada a un acuerdo más amplio que incluso abriría la puerta a su traslado a Portugal, un punto intermedio entre Abu Dabi y la vida pública española.