Meghan Markle y Harry han recibido presiones de Donald Trump para que pidan perdón a la Casa Real

Al Donald Trump no le gusta que Harry y Meghan Markle vivan en Estados Unidos

Desde que llegaron a Estados Unidos, Meghan Markle y Harry han sido vistos como dos personalidades que no son especialmente bien vistas en el país. Y es que, en la sociedad estadounidense no consideran que ambos tengan que ser bienvenidos a su tierra dos personas que han dejado completamente de lado su familia y todas sus obligaciones con el cargo de Duques de Sussex. Especialmente, después de que Harry confesara haber consumido drogas.

En este sentido, cuando todavía no era Presidente de Estados Unidos, Donald Trump lanzó varios alegatos en contra de la presencia de los Duques de Sussex en su país, ya que considera que Harry recibió el permiso de residencia mediante la mentira y que, no es correcto dar lugar a dos personas que huyeron de sus obligaciones con la monarquía de Gran Bretaña.

Trump ya ha presionado a Meghan y Harry

Ante esta situación, Donald Trump ya habría tratado de interferir en la vida de los duques de Sussex, los cuales, según fuentes cercanas, ya habrían recibido los primeros mensajes por parte Trump para que pidieran perdón a la Casa Real de Gran Bretaña y, de paso, comenzaran a plantearse un cambio de aires. Pues, cuando llegue de forma oficial a la presidencia, no escatimará en esfuerzos para echar del país a un Harry que, en condiciones normales, no debería haber llegado a ser aceptado en Estados Unidos.

Por otro lado, a quien no puede amenazar con deportar, es a Meghan Markle, que, siendo natural de Estados Unidos, no tiene razón por la que abandonar el país. Sin embargo, como han asegurado fuentes cercanas, Trump tiene capacidad para mover tantos hilos como quiera en Hollywood, haciendo imposible que la actriz pueda volver a actuar si él lo desea.

Un perdón imposible

Si bien es cierto que los Windsor estarían encantados de recibir las disculpas por parte de los Duques de Sussex, la realidad es que, al menos por ahora, no hay planes de ningún tipo de perdón. En este sentido, el plan de Meghan y Harry, lejos de pasar por unas disculpas y un intento de acercamiento con la Casa Real, pasaría por cambiar su país de residencia, en el caso de que Trump presionara con fuerza de verdad.

Así pues, los Windsor ya han comenzado a mover hilos para incomodar de verdad a Meghan Markle y a Harry, que ya han visto como con la llegada de Trump a la presidencia, su tranquilidad en Estados Unidos puede haber llegado a su fin.