Meghan Markle vendió su mansión en Canadá para no pedir dinero a Carlos III, lleva una vida insostenible

La vida de lujos de Meghan Markle se ha vuelto imposible de mantener

Desde que Meghan Markle se casó con el Príncipe Harry y llegó a la Casa Real, ha visto como se rodeaba de una vida llena de lujos y comodidades. Unas costumbres que, tras abandonar Buckingham, la Duquesa de Gales, no solo habría mantenido, sino que ha ido aumentando. Llegando así, a unos estándares de vida prácticamente inasumibles y que, con el paso del tiempo han hecho mella en sus finanzas, obligando a la actriz a comenzar a gestionar de otra forma, todo su patrimonio.

En este sentido, según han desvelado, fuentes cercanas a los Duques de Sussex, Meghan Markle habría tenido que tomar, el pasado verano, la decisión de vender su mansión ubicada en Canadá, para tratar de tapar un importante agujero económico, provocado por las caras costumbres que llevó durante meses, las cuales llenaron de gastos su cuenta corriente, la cual, amenazaba con quedar en números rojos. Hecho que habría llevado a los duques de Sussex a tener que decidir entre pedir ayuda a Carlos III o vender una parte de su patrimonio.

Meghan no quiere contactos con los Windsor

Ante esta crítica situación financiera, desde Estados Unidos habrían confirmado que Meghan optó por vender su mansión en Canadá, para así evitar tener que pedir cualquier cosa a Carlos III. Pues, dada su pésima relación con todos los miembros de la familia Windsor, lo último que quería Meghan Markle era deberles algún tipo de favor, a cambio de la ayuda económica.

Y es que, como ya no es ningún secreto, la Duquesa de Sussex no tiene intención alguna de recuperar el contacto con Buckingham, donde ella no piensa volver ni pedir perdón. Una situación, la de la actriz, que pone todavía más en jaque su lujoso nivel de vida, pues si volviera a la Realeza, sus necesidades económicas pasarían a estar más que solucionadas.

Harry quería pedir apoyo a su padre

Por otro lado, hemos podido saber que Harry sí que habría pedido apoyo a su padre, Carlos III el cual, a pesar de la distancia y del enfriamiento de su relación, nunca habría negado apoyo económico a su hijo menor, quien comienza a estar seriamente preocupado por el tren de vida que lleva su esposa, una Meghan Markle que sigue sin encontrar un proyecto adecuado en Hollywood.

Así pues, por la delicada situación financiera que atravesaban los Duques de Sussex, el pasado verano, Meghan Markle tuvo que vender una mansión de Canadá, para así, evitar tener que pedir apoyo económico a Carlos III.