Máxima de Holanda se gastaba varios millones de euros a la semana en tratamientos estéticos y de bótox
Años atrás, Máxima de Holanda estaba obsesionada con mantener una apariencia juvenil
Actualmente, una de las grandes características del reinado de Máxima de Holanda, es su facilidad para ser concebida como una Reina natural y que, salvando las distancias, trabaja para parecer estar cerca del resto de ciudadanía. En este sentido, la argentina ha dado grandes cambios a su vida, pasando de ser considerada una mujer vanidosa y más preocupada por su aspecto que por su labor como Reina de los Países Bajos.
En este sentido, Máxima ha ido cambiando su forma de entender su reinado para pasar de ser esa mujer alejada de la sociedad a una mujer a la que el país le guarda cierta estima por su carácter cercano y que muchos consideran agradable. Algo que ha logrado dando un enfoque muy diferente al uno del dinero y, especialmente, de su estética.
Máxima gastó millones en rejuvenecer su aspecto
Si bien es cierto que para ciertas personas el tiempo pasa de una mejor forma que para otros, la realidad es que Máxima de Holanda siempre había sido una persona muy preocupada por mantener un aspecto joven a sus 50 años. Algo que la llevó a gastar, según cuentan fuentes cercanas, varios millones a la semana en tratamientos para su imagen y cuyo coste llevaba a Máxima a soltar varios millones sin apenas preocuparse.
De hecho, la mayoría de tratamientos conllevaban el uso de bótox o ácido hialurónico con el fin de estirar su piel y mantenerla alejada de las arrugas naturales de la edad. Unos tratamientos costosos y que, a la postre acabaron pasando factura a una Máxima que, a los 52 años, dejó de usar cualquiera de esos tratamientos, aceptando la edad y que lo mejor para ella era la naturalidad.
Un cambio de imagen total
Con esa decisión, todo cambió para Máxima, que, tras dejar de gastar millones de euros en tratamientos que le hacían más daño que bien, también la habían hecho perder popularidad, la cual recuperó gracias a un aspecto mucho más natural que se unió al carácter cercano de la argentina, que así recuperó parte de esa imagen que había perdido por culpa de esa fama de persona vanidosa.
Así pues, a pesar de que sigue disfrutando del dinero y del poder, como el que más, Máxima de Holanda decidió dejar sus costosos y millonarios tratamientos estéticos para aceptar la edad y de paso, recuperar el favor de la sociedad neerlandesa.