Máxima de Holanda aprovecha su poder para irse sin pagar las cuentas de todos los restaurantes de lujo
El poder de Máxima de Holanda la lleva a comportarse como una tirana en privado
La llegada de Máxima al trono de la Casa Real de Países Bajos supuso la culminación de todas las aspiraciones que arrastraba desde su juventud. La argentina se ha consagrado en el trono como una mujer absolutamente llena de poder y con dinero y fuerza para hacer y deshacer a su antojo. Una situación que la habría llevado a actuar de forma tiránica en algunos aspectos que no se habían desvelado hasta ahora.
Tan es así que, como han comentado varios medios en Países Bajos, Máxima se aprovecha de su posición de poder en todos los aspectos en los que puede actuar. Llegando al punto de evitar pagar altas cuentas en restaurantes de lujo solo por el hecho de ser la Reina del país. Una situación que no se había hecho pública por el miedo de los dueños de dichos restaurantes a posibles represalias.
Máxima, bañada en oro y evita gastarlo
Generalmente, el dinero existe para ser gastado. Sin embargo, a pesar de contar con una auténtica millonada, Máxima de Holanda prefiere usar su poder para no gastar ni un euro en varios de sus restaurantes favoritos. Una situación que ha llevado a los dueños a pasar auténticos apuros cuando ven a la argentina entrar por la puerta, ya que saben que es día, habrá una cuenta muy elevada que no acabarás siendo pagada. Así lo afirman en Países Bajos.
Y es que, dichas fuentes llegan a asegurar que las actitudes de Máxima no vienen dadas por el hecho de que no le guste gastar, pues, cuando se trata de ir de compras no tiene miedo de sacar a relucir la tarjeta de crédito. Sin embargo, disfruta usando su poder a su conveniencia, algo que logra al irse sin pagar de restaurantes de lujo sin que nadie se atreva a pararle los pies.
Máxima muestra una actitud de tirana
La realidad es que con el poder que ha ido acumulando con el tiempo, Máxima de Holanda se ha convertido en una auténtica tirana cuando no está de cara al público. Algo que se confirma con sus actitudes en privado en restaurantes donde ni se digna a preguntar por la cuenta.
Así pues, Máxima de Holanda sigue disfrutando de haber alcanzado ese objetivo que perseguía desde que era joven. Pues ahora sí que se sabe una mujer, rica y poderosa. Un anhelo que acaban pagando los mejores restauradores de Países Bajos.