Máxima de Holanda, admitió a su círculo que su matrimonio es una pantomima y se casó por interés

Desde su juventud, Máxima de Holanda estaba obsesionada con el poder y el dinero

Ya no debe sorprender a nadie que dentro de la realeza sean una gran costumbre los matrimonios de conveniencia y las parejas que son una absoluta farsa. En este sentido, desde la Edad Media, en Europa, los matrimonios dentro de la familia real estaban muy lejos de ser alianzas por amor, sino que siempre han tenido varios intereses de por medio. Así como ha sido el caso con el matrimonio entre Máxima de Holanda y su marido Guillermo.

Y es que, si hay una persona a la que llevan años acusando de haber luchado para conseguir un matrimonio que le diera dinero y poder, esa siempre ha sido Máxima de Holanda, que, pese a contar con un pasado familiar ciertamente complicado, la realidad es que acabó logrando su sueño de ser una mujer casada, poderosa y muy rica. Un objetivo que venía persiguiendo desde su etapa en el colegio.

Un interés real y del que no se esconde

Si bien es cierto que Máxima nunca dirá en público que se dedicó en cuerpo y alma a buscar hombres poderosos y adinerados a los que seducir para saciar su ansia de dinero y poder, la realidad es que, según se ha filtrado a la prensa neerlandesa, la argentina ha llegado a admitir a sus círculos más cercanos que llevaba años detrás de Guillermo de Holanda para lograr enamorarlo y llevarse así el poder y dinero que conlleva ser Reina de Países Bajos. Un cargo por el que ha luchado mucho.

Ante esta situación, se hace más que evidente que no hay ningún interés amoroso por parte de Máxima en su marido Guillermo, el cual tendría capacidad para hacer y deshacer a su antojo en su vida, pues Máxima está más que satisfecha mientras pueda acumulr poder a costa de su marido, el cual tendría carta libre para vivir una vida casi de soltero ante la indiferencia de una Máxima de Holanda, que en 2002 cumplió el sueño de su vida al casarse con un Príncipe bañado en dinero y poder.

Sin vida matrimonial, pero bañada en oro

La realidad es que, pese a haber logrado su sueño de llegar, algún día a ser una mujer llena de poder y dinero gracias a su esposo, la realidad es que el resto de la vida de Máxima no es para tirar cohetes, pues, lejos de estar disfrutando del poder y el dinero con una familia feliz y plena, la reina consorte de Países Bajos está en un tipo de vida que, lejos de darle libertad y alegría, la ha llenado de poder, dinero, pero sobretodo de poca libertad y capacidad para vivir como ella quiera, pues su posición no se lo permite.