Lourdes Villalobos, doctora experta en artrosis, el mal de Juan Carlos I: “Hay un componente genético”
Los problemas físicos de Juan Carlos I tienen un claro origen
La artrosis es la enfermedad degenerativa articular más prevalente y habitual en España. Concretamente, hasta un 10% de la población llega a sufrir esta enfermedad. Es decir, no estamos hablando de una dolencia especialmente rara, aunque sí problemática. Según cuenta la especialista Lourdes Villalobos, de la Universidad de Navarra, se trata de una afectación en los cartílagos de las articulaciones que no permite que estas puedan mantener su correcto funcionamiento y va causando una degeneración y empeoramiento constante en las capacidades motrices del paciente. Todo esto se aplica a un Juan Carlos I que ya ha sido diagnosticado, desde hace tiempo, de este problema de salud.
Según relata la experta, no estamos hablando de una enfermedad cuyo origen sea hereditario. Según se sabe ahora mismo, no tiene relación alguna con el hecho de que los padres o abuelos la sufrieran. Sin embargo, es probable que, en el caso de Juan Carlos I, la artrosis tenga dos orígenes claros. El primero, el “componente genético”, pues hay personas que nacen con una predisposición a desarrollar artrosis con el paso de los años. Otra causa son las lesiones; en el caso de Juan Carlos I, la caída de Botsuana explica muchas cosas.
Una enfermedad sin cura
Hoy en día, a pesar de todos los avances médicos que sirven para facilitar y mantener la calidad de vida de los pacientes de artrosis, todavía no hay ni un solo tratamiento que haya sido capaz de curar los efectos de esta complicada enfermedad. El propio Juan Carlos I lo ha probado todo en Suiza y en Abu Dabi. Lejos de apostar por tratamientos conservadores, ha tratado de recuperar la movilidad con todos los métodos posibles.
Desde operaciones a células madre
El tratamiento que más ruido ha hecho ha sido el que se realizó unos meses atrás en Suiza: el emérito se aplicó células madre en su pierna para ver si podía caminar de nuevo. Sin embargo, como revela Villalobos, no existe nada que haya frenado el avance de la artrosis y las células madre no sirvieron de nada.
Así pues, todo lo contado es lo que envuelve la enfermedad crónica e incurable de un Juan Carlos I que ya ha dejado de caminar y que vive frustrado por su complicada situación a nivel físico.