Los ministros de Franco pagaban millones a Juan Carlos I

La figura de Juan Carlos I, rey emérito de España, sigue envuelta en una nebulosa de revelaciones sobre su fortuna y los mecanismos que alimentaron su riqueza personal. Una reciente investigación ha sacado a la luz uno de sus primeros grandes negocios: el comercio de barriles de petróleo, un entramado que contó con la colaboración de los ministros franquistas y que se prolongó durante los gobiernos de Adolfo Suárez y Felipe González.

Tras la designación de Juan Carlos como sucesor de Francisco Franco, comenzó a tejerse una red de favores y acuerdos económicos que buscaban consolidar el futuro de la monarquía en un país en plena transición política. Según documentos revelados recientemente, varios ministros del régimen habrían financiado al entonces príncipe con importantes sumas de dinero. Estos pagos se habrían justificado como parte de un esfuerzo por garantizar la estabilidad de la Corona y la continuidad de un sistema que favoreciera ciertos intereses políticos y económicos.

El negocio de los barriles de petróleo fue uno de los más lucrativos para el futuro rey. Durante la crisis del petróleo de los años 70, Juan Carlos habría actuado como intermediario entre empresas españolas y proveedores extranjeros, facilitando acuerdos que incluían jugosas comisiones para él. Este papel no solo le reportó una fortuna, sino que también lo posicionó como una figura clave en el entramado económico de la época.

Adolfo Suárez tuvo un convenio de petróleo con Juan Carlos I

Con la llegada de Adolfo Suárez al poder tras la muerte de Franco, los vínculos económicos de Juan Carlos no solo se mantuvieron, sino que se fortalecieron. Suárez, consciente de la importancia de la monarquía en la transición democrática, respetó los acuerdos previos, permitiendo que el rey siguiera beneficiándose de las comisiones derivadas de transacciones comerciales internacionales.

Los documentos señalan que Juan Carlos actuó como intermediario en acuerdos energéticos estratégicos para España, cobrando comisiones que eran vistas como un "precio político" por la estabilidad que representaba su figura en un país que buscaba dejar atrás los años de dictadura.

Felipe González siguió el respeto de los pactos con Juan Carlos I

Durante la presidencia de Felipe González, el modelo no cambió. Aunque el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se posicionaba como el líder de una nueva etapa política, González mantuvo una relación pragmática con el monarca. El respeto a los acuerdos económicos previos se justificaba en gran medida por el papel que jugó Juan Carlos I en la consolidación de la democracia española. Se argumenta que González optó por no confrontar estos privilegios reales debido al delicado equilibrio político del país, en el que la monarquía seguía siendo un símbolo de unidad nacional.