Letizia y Felipe VI pagaron para que la infanta Sofía naciera niña
El nacimiento de un segundo hijo varón iba a suponer un problema en Zarzuela
Ni la Princesa Leonor ni la infanta Sofía fueron concebidas de forma natural. Para asegurarse su descendencia, los entonces Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia acudieron a clínicas de reproducción asistida para poder concebir a sus dos hijas. Dos procesos similares que, sin embargo, se llevaron a cabo de formas muy diferentes. Pues, mientras que Leonor sí que fue concebida en una clínica en España, como ha confirmado Maica Vasco, su hermana menor, la infanta Sofía fue concebida en Países Bajos, con la intención de usar las leyes neerlandesas a su favor.
En este sentido, a diferencia de la ley española, en Países Bajos sí que está completamente permitido que los padres que deciden concebir sus hijos en clínicas de reproducción asistida, puedan elegir también el sexo del bebé. Es decir, si quiere tener un niño o una niña. Algo que en España está absolutamente prohibido y penado.
De este modo, ante las posibilidades que ofrecía, en su momento, la ley neerlandesa, Felipe VI y Letizia optaron por acudir a una clínica situada en Países Bajos para concebir a su hija menor, la infanta Sofía que nació niña por deseo expreso de sus padres, que no querían tener un segundo hijo varón que pudiera provocar que Leonor dejara de ser la heredera al trono.
Felipe y Letizia sabían que un varón daría problemas serios
La realidad es que en la Casa Real, el papel de la mujer siempre ha sido, como mínimo, menor. Y es que, por ley, en caso de sucesión, el heredero al trono siempre será el hijo varón, en caso de existir, lo que hubiera provocado que, en caso de tener un niño, este hubiera pasado por delante de Leonor en el orden de sucesión, algo que seguro no hubiera estado nada bien visto en la sociedad española, donde ya está más que entendido que hombres y mujeres somos absolutamente iguales y tenemos los mismos derechos.
De este modo, para evitar problemas de imagen pública, Felipe VI y Letizia decidieron que lo mejor era pagar para que su segunda hija fuera una niña y así evitarse problemas en un futuro por temas relacionados con la discriminación de género. Lo que provocó que, a diferencia de su hermana mayor, la infanta Sofía fuera concebida en Países Bajos, donde sí que se permite que los padres elijan el sexo de su bebé, al acudir a una clínica de reproducción asistida.