Letizia tuvo una aventura de cama con el profesor de surf de Miguel Urdangarin
En Marivent todavía se guarda el romance secreto de Letizia
Durante décadas, Kyril de Bulgaria fue mucho más que un invitado en el Palacio de Marivent. En aquel enclave mallorquín, convertido en refugio estival de la familia real española, su presencia era casi una constante. Veranos de discreción, de largas sobremesas junto a los Borbones y de momentos que se tejían entre la amistad y la complicidad. Kyril no necesitaba brillar bajo los focos: su papel era el de un acompañante cercano, alguien que siempre estaba allí, sin hacer ruido, pero dejando huella.
Y es que su relación con los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin fue especialmente cercana. Entre todos ellos, destacó su vínculo con Miguel Urdangarin, el joven que encontró en Kyril una especie de guía en sus primeros pasos sobre la tabla de surf. Fue él quien le enseñó a leer las olas, quien lo acompañó en aquellas mañanas mallorquinas en que el mar parecía ser un aula secreta. En la memoria de muchos quedan esas imágenes de un príncipe búlgaro actuando como un tío informal, transmitiendo confianza y cercanía sin protocolos.
Un nuevo lío para Letizia
De este modo, más allá de su vínculo con los Urdangarin, el nombre de Kyril ha estado envuelto en rumores insistentes sobre una supuesta cercanía con la reina Letizia. Nunca hubo confirmación oficial, pero en círculos privados siempre se habló de afinidades compartidas: la pasión por el arte, la literatura y los viajes, además de largas conversaciones en actos sociales donde la complicidad parecía evidente. Los medios de crónica rosa alimentaron esa narrativa, aunque ni Letizia ni Kyril han querido pronunciarse jamás. La duda, sin embargo, sigue flotando en el aire.
La realidad es que Kyril se ha mantenido fiel a su estilo reservado. Hijo del último rey de Bulgaria, jamás buscó protagonismo mediático, pero tampoco desapareció del todo. Su nombre aparece, una y otra vez, en conversaciones sobre el círculo más íntimo de la familia real española, como si fuera una sombra elegante que nunca termina de alejarse. Entre la discreción y el misterio, se ha convertido en un personaje que despierta curiosidad constante.
Así pues, Marivent sigue guardando silencios. Entre sus muros y jardines permanecen recuerdos de veranos compartidos, risas cómplices y rumores imposibles de confirmar. Y Kyril, en su papel de hombre reservado y cercano, continúa siendo ese nombre que siempre aparece cuando se habla de la realeza española, pero que nunca acaba de pronunciarse del todo.