Letizia tiene a la infanta Sofía a régimen porque no soporta que gane peso
Los problemas físicos de Sofía ponen muy nerviosa a Letizia
Los reyes se preparan para iniciar sus vacaciones estivales tras un año marcado por compromisos y apariciones públicas que han desgastado a la familia. Mientras Felipe VI cierra actos oficiales y la agenda se aligera, el foco vuelve a situarse en la reina Letizia, que no consigue apartar la mirada de su hija menor. Y es que, aunque las vacaciones deberían ser un respiro, en Zarzuela lo que pesa son las exigencias y las estrictas normas de una madre que no tolera deslices.
La realidad es que la infanta Sofía ha regresado a España después de meses de estudios en el extranjero y lo ha hecho con cambios que no han pasado desapercibidos. Más alta, más madura y también con unos kilos de más que para cualquier otra adolescente serían irrelevantes, pero que en palacio se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza. A ojos de Letizia, cualquier variación es un motivo de alarma y de corrección inmediata.
Control exhaustivo sobre la infanta Sofía
De este modo, la reina no ha dudado en poner a su hija bajo control nutricional una vez más. Endocrinos, dietas diseñadas al milímetro y revisiones constantes vuelven a formar parte de la rutina de Sofía, a pesar de que la joven intenta disfrutar de su vida como cualquier chica de su edad. Lo cierto es que en Zarzuela no hay margen para la improvisación ni para los caprichos, porque Letizia lleva años obsesionada con la imagen de sus hijas.
Y es que para la consorte no basta con que Leonor haya superado con éxito su formación militar ni que Sofía tenga un futuro universitario prometedor fuera de España. La reina quiere que ambas representen un ideal físico que ella misma ha impuesto y que, según fuentes cercanas, le lleva a mostrarse especialmente dura con la menor de las hermanas. Un régimen constante que, más que proteger, acaba pesando como una losa.
Así pues, mientras el resto de la familia se prepara para descansar en Palma y disfrutar del verano, Sofía afronta un control férreo que poco tiene de vacaciones. Una nueva muestra de que en la Casa Real los veranos también son una prueba de fuego, sobre todo cuando Letizia no está dispuesta a soportar lo que considera un error en la imagen de su hija.