Letizia invierte miles de euros para tapar su gran complejo

Los problemas capilares de Letizia le generan gran estrés

Letizia siempre le ha gustado mostrarse impoluta de cara al público. No tolera ni una sola imperfección, ni en ella ni en los que la acompañan. Es una obsesa del perfeccionismo y es capaz de tener bajo control hasta el mínimo detalle de lo que la rodea. Eso es parte de lo que ha hecho que Letizia sea un personaje tan conocido. Sus extravagancias, su forma de ser y esa rectitud que, en la mayoría de ocasiones, genera más rechazo que fascinación en quienes la vemos desde lejos. No es natural: esa perfección impostada no gusta, pero Letizia se esfuerza como nadie para mantenerla.

En este sentido, la apariencia física siempre ha sido algo crítico para la Reina de España. Letizia no soporta que la vean con un look que no esté a la altura de su figura. Cree que, como monarca que es, debe ser perfecta, por lo que se ha sometido a todo tipo de tratamientos estéticos destinados a arreglar los defectos que ella considera intolerables. Desde operaciones estéticas de todo tipo, hasta el gran complejo que la ha estado persiguiendo a lo largo de los últimos años.

Pilar Eyre reveló las inseguridades de Letizia

El estrés le ha generado serios problemas capilares a la reina Letizia. Tener que estar pendiente de todo y de que todo sea absolutamente perfecto genera una carga de estrés y ansiedad que no es fácil de sobrellevar. Esto ha derivado en un problema capilar serio. Algo que fue revelado por Pilar Eyre, que en la televisión de Catalunya contó que la Reina de España había estado usando una serie de prótesis capilares para tapar la ausencia de cabello en la parte media y posterior de su cabeza.

Este tratamiento, como no podía ser de otra forma, se ha realizado a medida para que Letizia se sienta cómoda y el pelo tenga una apariencia lo más natural posible. El procedimiento ha costado decenas de miles de euros, pero ha servido para paliar el mayor complejo de una Letizia que no sale de casa sin su peluca.

Así pues, no ha habido tratamiento capaz de evitar que Letizia comience a tener problemas capilares por culpa del estrés, que la ha dejado con clapas en su cabeza y la ha obligado a llevar peluca.