Letizia amenaza con no ir a la comida por el 50 aniversario de la democracia si va Juan Carlos I

Un aniversario señalado reaviva tensiones internas en la Casa Real

La conmemoración del 50 aniversario de la restauración de la monarquía española, que tendrá lugar en noviembre, promete ser un momento histórico, pero también podría ser escenario de tensiones familiares. Según informan varios medios, la reina Letizia ha mostrado su firme oposición a compartir un posado oficial junto al rey emérito Juan Carlos I durante los actos conmemorativos. La situación surge en un contexto delicado: aún no se ha publicado el libro de memorias de don Juan Carlos, Reconciliación, pero algunos fragmentos filtrados han generado malestar en la familia, especialmente por la manera en que el emérito se refiere a Letizia, señalándola como responsable de un distanciamiento con sus nietas.

Fuentes cercanas aseguran que la reina está “muy molesta” y que, ante la posibilidad de aparecer en una fotografía oficial junto a su suegro, habría expresado que prefiere no participar en el almuerzo familiar que se celebrará el 22 de noviembre en el Palacio de la Zarzuela. La tensión no sorprende del todo: los últimos encuentros públicos entre Letizia y Juan Carlos fueron limitados y formales, como el funeral homenaje a Costantino de Grecia en febrero de 2024, y la relación entre ambos nunca ha sido especialmente cercana.

Un aniversario con incógnitas

El programa de los actos por el 50 aniversario incluye la entrega del Toisón de Oro por parte del rey Felipe VI a su madre, la reina Sofía, en reconocimiento a su dedicación al servicio de España y de la Corona. Tras los eventos institucionales, se ha previsto un almuerzo familiar en Zarzuela, al que está invitado Juan Carlos I, aunque su asistencia aún no está confirmada. Inicialmente, el emérito había declinado acudir a la celebración por no estar incluido en los actos principales, pero finalmente habría aceptado la invitación a la comida privada.

Ahora, la incógnita reside en si se realizará o no la tradicional fotografía familiar, y qué miembros de la Casa Real aparecerán en ella. La situación pone de relieve no solo las complejas dinámicas familiares en torno a la monarquía, sino también cómo los recuerdos y los gestos públicos, como la publicación de unas memorias, pueden afectar relaciones íntimas. La conmemoración, que debía ser un momento de unidad y celebración, se perfila como un episodio cargado de tensión, donde cada gesto y decisión será observado con lupa por medios y ciudadanos.