Leonor rompe con su ligue de Elcano

La relación se enfrió por culpa de la distancia y la desconfianza

Leonor creía haber encontrado a su media naranja en Elcano, el joven madrileño con el que comenzó a compartir intimidades a bordo del buque escuela era, para ella, el hombre ideal. Al menos era así al comienzo de la travesía y de su relación. La Princesa de Asturias creía que era un chico con buenos modales, educado y de buen corazón. Sin embargo, con el paso del tiempo y con las habladurías de todo tipo de personas relacionadas con ese chico, Leonor comenzó a desconfiar de su relación y a temer que pudiera comenzar a ser víctima de una manipulación. Lo que ha acabado provocando la ruptura de la pareja.

En este sentido, desde el momento en el que Leonor dejó Elcano, todo se comenzó a enfriar de una forma muy pronunciada, el contacto entre ambos desapareció por completo y ese interés que se podía percibir desde el primer día, se disipó. La relación, sin que ninguno de los dos dijera nada, había terminado, de mutuo acuerdo y sin que hubiera una gran discusión ni un motivo muy evidente.

Las dudas sobre las intenciones del joven afectaron a Leonor.

Lo que más ha dolido a Leonor no es solo la ruptura, sino descubrir que este joven, de quien llegó a sentirse ilusionada, se ha dedicado a difundir lo que escuchaba de la boca de la heredera para presumir ante sus amigos. Desde contar cómo Leonor se sentía sola durante la travesía, hasta insinuar que ella le habló de las tensiones que se viven en Zarzuela, especialmente entre sus padres, quienes, según esas confidencias, solo se dejan ver juntos en actos públicos, pero hacen vidas completamente diferentes en privado.

La situación ha dejado a Leonor en un estado de decepción profunda. La joven se siente utilizada y engañada, siendo consciente ahora de que hay personas dispuestas a acercarse a ella únicamente para obtener notoriedad y dinero, sin importarles la exposición a la que la someten ni las consecuencias que sus palabras pueden tener para la estabilidad de la corona.

Así pues, Leonor ha decidido cortar de raíz cualquier tipo de contacto con este joven, convencida de que se ha convertido en un peligro para ella y para Zarzuela. Una historia que ha servido de lección a la heredera, quien, a pesar de su juventud, ha aprendido de la peor manera que incluso un supuesto romance inocente puede acabar sacando a la luz secretos que nunca deberían haber salido del círculo más íntimo de la Familia Real.