Leonor no ha salido a la madre, Letizia y se niega a disparar contra animales

La Princesa no comparte las mismas aficiones que su madre y su padre

La formación de Leonor como militar no está siendo un camino de rosas. La Princesa de Asturias no está destacando por ser la mejor estudiante de Marín, donde ya saben que todas las materias relacionadas con temas militares, no son, para nada, del gusto de Leonor, que ha visto como sus resultados académicos se ha convertido en un absoluto drama. Una situación que se ha ido agravando a medida que pasaban los cursos y ha tenido que hacer cosas que no le gustan en absoluto, como lo es disparar.

En este sentido, la Princesa Leonor ha salido con una mentalidad rotundamente diferente a su padre Felipe VI y a su madre Letizia. Leonor siempre ha guardado un profundo respeto por los animales y tiene pánico absoluto a todo lo que tenga que ver con disparar. Pues, por culpa de las costumbres de su padre y de su abuelo, siempre ha relacionado la acción de disparar con la de acabar con la vida de un animal inocente, algo que no soporta y que llevó a Leonor a negarse rotundamente a disparar armas de gran calibre durante su formación militar, lo que, si no fuera ella, le habría costado un cero.

Letizia no ha podido moldear a su hija

A pesar de que durante su infancia, no fueron pocos los esfuerzos de la Reina Letizia a la hora de formar a su hija para que fuera una especie de imagen hecha a su semejanza, la realidad es que Leonor ha salido con un carácter y unas formas muy diferentes a las que represente ahora mismo su madre. Pues, lejos de la rectitud enfermiza que transmite la Reina, Leonor disfruta de una vida desordenada y de fiesta. Además, de su relación con la caza. Una actividad de la que Letizia disfruta, pero que aterra a Leonor.

De este modo, todas las malas experiencias que tuvo que vivir Leonor, viendo como Juan Carlos I, Felipe VI y Letizia disfrutaban al disparar contra animales indefensos, han acabado pasando una seria factura a la Princesa, que en Marín no fue capaz de disparar un arma de gran calibre por culpa de esos recuerdos que la siguen atormentando.

Así pues, lejos de tener la frialdad de Letizia o Felipe VI, Leonor siempre ha guardado un profundo respeto por las vidas de los animales, detesta la caza y eso le ha acabado jugando una mala pasada en Marín, donde se jugó un suspenso, por mantener firmes sus convicciones.