Leonor está en tratamiento en San Javier por acrofobia
La heredera enfrenta un reto personal mientras completa su formación militar
La princesa Leonor ha regresado a San Javier para completar el último tramo de su formación militar en la Academia General del Aire. Este año debería ser una etapa de consolidación, pero se ha convertido en un auténtico desafío personal. La heredera padece acrofobia, un miedo intenso a las alturas que se intensifica al volar.
Según fuentes de la academia, los entrenamientos de vuelo representan una verdadera prueba para ella. Los simuladores, que para otros cadetes son rutina, provocan en Leonor ansiedad y tensión. Para poder superar esta fase, la princesa recibe apoyo profesional y un seguimiento cercano. No se trata de ventajas, explican desde el entorno académico, sino de permitir que cumpla los mínimos exigidos sin poner en riesgo su salud.
A pesar de las dificultades, Leonor continúa adelante. Su formación es esencial para obtener las condecoraciones que certifican su preparación como futura jefa de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, su acrofobia ha obligado a adaptar algunos ejercicios y flexibilizar ciertos protocolos. En paralelo, la princesa también debe lidiar con comentarios sobre su forma física tras el verano y la percepción de que su progreso se mide de manera diferente al de sus compañeros.
Entre privilegios y exigencias
El ambiente en la Academia del Aire es exigente. La disciplina, la resistencia física y la capacidad de superación son valores centrales. En este contexto, la situación de Leonor ha generado opiniones encontradas entre los cadetes. Muchos admiten que resulta complicado entender las concesiones que se le otorgan, aunque la prioridad sigue siendo su seguridad y bienestar.
Los instructores, siguiendo instrucciones precisas, buscan reforzar su confianza y ofrecer un entorno controlado. Cada entrenamiento se supervisa con detalle, y se aplican métodos para que la princesa enfrente su miedo sin poner en riesgo la formación del grupo ni la suya propia. La acrofobia afecta tanto su desempeño técnico como su imagen dentro de la institución, pero también evidencia que incluso la heredera debe enfrentarse a miedos reales.
Este año será, sin duda, uno de los más difíciles para Leonor. Su camino hacia el trono combina preparación impecable y retos personales. Entre privilegios, temores y polémicas, la futura reina avanza. La historia de su formación militar no es solo un requisito protocolario; es también un recordatorio de que incluso quienes están destinados a liderar deben superar sus propias barreras.