Las células madre de Leonor están congeladas en Estados Unidos
Una práctica médica preventiva que combina ciencia, esperanza y debate público
La conservación de las células madre del cordón umbilical se ha convertido en una práctica habitual entre familias que buscan una forma adicional de protección para la salud futura de sus hijos. En el caso de la infanta Leonor, sus padres optaron por esta alternativa poco después de su nacimiento, siguiendo una corriente cada vez más extendida en distintos países europeos y en Estados Unidos, donde estos bancos cuentan con una amplia trayectoria.
Fue según informó Caracol Radio que las células madre extraídas minutos después del parto viajaron hasta un banco especializado en Tucson, Arizona. Allí, la muestra fue procesada por expertos de Cord Blood Registry (CBR), una entidad conocida por su capacidad para conservar material biológico a temperaturas extremadamente bajas, alcanzando casi los 200 grados bajo cero. Este tipo de almacenamiento permite mantener intactas las propiedades de las células madre durante años, ofreciendo a la familia la posibilidad de disponer de ellas si en el futuro surgiera alguna necesidad médica.
El procedimiento comenzó en la propia sala de partos, donde el equipo ginecológico extrajo la sangre del cordón y la preparó en un paquete especial para su envío urgente. Una vez en Estados Unidos, los técnicos separaron las células, las colocaron en viales y las guardaron en tanques de nitrógeno líquido. Allí permanecerán, en teoría, durante al menos 15 años, plazo habitual de conservación contratado por muchas familias.
La medicina regenerativa y un debate que sigue en evolución
La sangre del cordón umbilical es un recurso valioso para la medicina regenerativa, ya que contiene células madre adultas con capacidad para generar componentes esenciales de la sangre y del sistema inmunitario. Estos avances han permitido su uso en tratamientos contra la leucemia, linfomas y diversos trastornos hematológicos, lo que ha impulsado a numerosos países a desarrollar bancos privados y públicos para su conservación.
En España, sin embargo, la regulación todavía se encuentra en proceso de adaptación. Aunque existen bancos públicos con miles de unidades almacenadas, los privados han tenido mayores dificultades para operar debido a exigencias legales y éticas que buscan garantizar transparencia y seguridad. Este debate continúa abierto, especialmente ante las expectativas que genera la posible aplicación futura de estas células en terapias más avanzadas.
La historia de Leonor ilustra cómo la ciencia, la prevención y la esperanza se entrelazan en decisiones familiares que, aun siendo privadas, reflejan una transformación global en la manera de entender la salud y el futuro.