La reina Sofía, un ogro en Zarzuela, tira la ropa al suelo, habla mal, incluso insulta en inglés

Relatos del personal reflejan un lado desconocido de la reina Sofía en su trato con el servicio.

En años recientes, han aparecido declaraciones de empleados de la Casa Real que revelan un aspecto inesperado y desconocido de la reina Sofía, la persona que siempre se ha visto como la representación de la discreción y el conocimiento de su posición en la monarquía española.

No obstante, estos relatos muestran un lado totalmente contrario: una reina que, después de las paredes de Zarzuela, parece convertirse en un individuo con un carácter sólido y, a veces, poco respetado por el personal de servicio. Múltiples fuentes indican un trato severo hacia sus trabajadores, en contraposición a la percepción pública de cordialidad y serenidad que frecuentemente refleja la reina Sofía en sus actos oficiales. 

Sofía y su trato poco cortés

A pesar de que resulta un tanto complicado imaginar a la reina Sofía actuar de manera brusca, las afirmaciones de antiguos empleados sostienen que, en el entorno privado, Sofía demuestra escasa paciencia e incluso puede perder los estribos con facilidad. Algunos de estos empleados sostienen que la reina emplea un tono agudo y directo cuando muestra insatisfacción, lo que frecuentemente sitúa al personal en un escenario totalmente incómodo.

Por otra parte, los mismos relatos de antiguos empleados aseguran que Sofía tiende a tirar la ropa al suelo en señal de descontento, evidenciando cada vez más su insatisfacción de manera muy visual. Aparentemente, esta conducta no es esporádica; más bien, se ha transformado en una costumbre típica dentro del Palacio de la Zarzuela. En vez de manifestar sus reclamos de forma directa o diplomática, Sofía opta por arrojar las prendas al suelo cuando algo no le parece correcto.

Insultos en inglés y un carácter robusto

Otra de las posturas que más asombran a los empleados de Zarzuela es la propensión de Sofía a expresarse de forma negativa en inglés, uno de los tantos idiomas que domina a la perfección, cuando la circunstancia le provoca irritación. Varios empleados han señalado que a menudo la han oído despotricando en inglés, empleando expresiones que podrían ser consideradas ofensivas, lo que difiere de su habitual moderación en público.

El personal, quienes en su mayoría no hablan inglés, a menudo no entienden las palabras precisas que emplea Sofía, pero el tono basta para expresar la irritación de la reina. Tanto es así que diversos trabajadores han asegurado que ella tiende a ofenderlos cuando se siente particularmente irritada, provocando que dichos empleados se sientan bastante vulnerables y desmoralizados. 

A lo largo del tiempo, la imagen pública de la reina Sofía se ha moldeado como la de una figura discreta y reservada, particularmente en relación con otros integrantes de la familia real. No obstante, las historias acerca de su conducta en la intimidad de Zarzuela retratan una figura con un carácter mucho más complejo, caracterizado por un temperamento intenso y un trato que, a veces, puede llegar a lo despectivo.

A pesar de que no todos los trabajadores han sufrido estos episodios, los que los han experimentado concuerdan en que el comportamiento de la reina Sofía en el interior difiere considerablemente de la imagen de cordialidad y amabilidad que proyecta ante la audiencia y los medios.