La reina Sofía ha pedido a su hijo poder ir a vivir a Grecia
el empeoramiento de Irene de Grecia lleva a Sofía a pedir el traslado
La reina Sofía quiere irse. En silencio, sin ruido. A sus casi 87 años, la madre de Felipe VI ha empezado a prepararse para el adiós. Y lo quiere hacer volviendo a casa: Grecia, el país donde nació y al que lleva décadas soñando con regresar. La realidad es que la salud de la reina emérita se ha resentido. En el último año ha sufrido varias caídas, una infección urinaria y algunos episodios de desorientación que preocupan en Zarzuela. Aunque no hay diagnóstico oficial, se habla en privado de un posible deterioro cognitivo.
Lo cierto es que su hermana, Irene de Grecia, ya no la reconoce. Y eso ha sido un golpe devastador.Y es que la pérdida de Constantino, su hermano, y la enfermedad de Irene la han dejado emocionalmente destrozada. Sofía se encierra en su habitación, baja las persianas y llora a oscuras. Apenas duerme. Apenas come. Está rota. Sus hijos lo saben. Y, aunque intentan que se distraiga, lo cierto es que la reina necesita algo más que compañía: necesita paz.
La reina Sofía quiere dejar Zarzuela cuanto antes
De este modo, Sofía ha pedido a Felipe VI algo que nunca antes se había atrevido a pronunciar en voz alta: irse a vivir a Grecia. No quiere quedarse en Zarzuela. Tampoco en Marivent, que se le ha ofrecido como residencia de descanso. Sofía quiere alejarse de los lugares donde ha vivido bajo la sombra de un rey caído y un matrimonio roto. Quiere volver al mar Egeo, a los pinos de Tatoi, a los recuerdos felices de su niñez.
El rey, que siempre ha contado con ella como pieza clave de la institución, sabe que esta decisión llega en un momento simbólico. Leonor está a punto de acabar su formación militar. La princesa asumirá más protagonismo en 2027, con su hermana Sofía a su lado. La figura de la emérita será, entonces, prescindible. Ya no tendrá que sostener la corona como ha hecho durante más de medio siglo.Y mientras se estudia cómo y cuándo entregarle el Toisón de Oro que se le concedió a principios de año —quizá como homenaje final—, la reina Sofía ya ha empezado a decir adiós. Un adiós íntimo, digno y silencioso.
Así pues, si el destino lo permite, la reina pasará sus últimos días donde fue feliz por primera vez: en Grecia, rodeada de olivos, memoria y familia.