La reina Sofía ha caído varias veces en Zarzuela, pierde movilidad en las piernas, necesita silla de ruedas
La emérita ha experimentado varias caídas en los últimos tiempos dentro del Palacio de la Zarzuela
La reina Sofía atraviesa un delicado momento de salud que ha preocupado a toda su familia y al entorno cercano de la Casa Real. La emérita ha experimentado varias caídas en los últimos tiempos dentro del Palacio de la Zarzuela y, además, ha perdido notablemente la movilidad en las piernas, lo que ha afectado su capacidad para moverse con normalidad. Ante estas dificultades, la madre de Felipe VI ha comenzado a depender más de un bastón para desplazarse por los pasillos del palacio y, en los días de mayor dolor y dificultad, incluso utiliza una silla de ruedas.
Este cambio en la salud de Sofía no es reciente. Ya en Mallorca, en un paseo con sus nietas, presuntamente la reina sufrió una caída cuando tropezó, casi cayendo al suelo, lo que alarmó a todos los presentes ese día. En aquel momento, la reina se mostró afectada, aunque logró recuperarse rápidamente. Un incidente similar ocurrió en la misa funeral de Gómez Acebo, donde la reina también tropezó y mostró señales de cansancio. Aunque la esposa de Juan Carlos I trató de mantener la compostura, los episodios evidencian un deterioro en su movilidad, algo que ha causado preocupación.
Sofía no quiere que la vean en bastón o silla de ruedas
En su residencia habitual en Zarzuela, Sofía ya ha tenido que recurrir al bastón para poder moverse por la casa. Sin embargo, cuando la dificultad es aún mayor y el dolor más intenso, ha tenido que recurrir a la silla de ruedas para evitar caídas y poder desplazarse con mayor seguridad. A pesar de la ayuda que recibe dentro del Palacio, la reina ha optado por no utilizar ningún tipo de asistencia fuera de su hogar, con el objetivo de no mostrar públicamente sus dificultades físicas.
A sus 85 años, la reina se enfrenta al inevitable proceso de envejecimiento, que le está pasando factura. Las dificultades para caminar con soltura y la pérdida de movilidad son aspectos que van apareciendo con la edad, algo que ella misma ha aceptado como parte de la “ley de vida”. No obstante, la situación de su salud ha generado un aumento de la preocupación en su entorno, pues sus caídas y las dificultades de movilidad no son solo un tema físico, sino también emocional.
Sofía sigue asistiendo a actos de la casa real
A pesar de los retos de su salud, Sofía sigue cumpliendo con sus compromisos institucionales y familiares. Se ha mantenido activa en diversas actividades, pero sus apariciones públicas se han vuelto más limitadas, y su equipo de apoyo y familiares han tomado medidas para asegurar su bienestar. El deterioro en su movilidad es, en parte, el reflejo de una etapa natural del envejecimiento, pero la reina sigue demostrando una gran fortaleza al continuar con su vida pública y privada de la mejor manera posible.
Con el tiempo, los monarcas, como cualquier persona, enfrentan los efectos del envejecimiento, y la reina Sofía no es ajena a ello. Aunque sigue siendo un pilar fundamental en la Casa Real, sus dificultades para moverse y su necesidad de asistencia son una señal de que, aunque aún conserva una gran vitalidad, la edad y las limitaciones físicas han comenzado a marcar su día a día.