La reina Sofía, ante la decisión más difícil, acatar o desobedecer a su hijo

Con el paso de los meses y las informaciones comprometedoras sobre la vida extramatrimonial de Letizia, la Reina ha ido perdiendo fuerza y protagonismo dentro de Zarzuela, donde Felipe VI ha decidido que su esposa debe limitarse a aparecer el mínimo posible como castigo por haberle fallado, tanto a él, como a la Casa Real. Una situación que ha llevado al monarca a necesitar más apoyo por parte de sus hijas, Leonor y Sofía y por parte de su madre, la Reina Sofía, que a sus 86 años sigue dando la cara para la Casa Real.

En este sentido, entre la avanzada edad de Sofía y sus obligaciones a la hora de estar cerca de su hermana, Irene de Grecia, la Reina emérita se ha comenzado a plantear la posibilidad de retirarse de la vida pública de una vez por todas. Sin embargo, con la pérdida de peso institucional por parte de Letizia, que se limita a acompañar a Felipe VI, el Rey ha pedido a su madre, que aguante un año más en sus funciones, para así dar tiempo a que Leonor y la infanta Sofía vuelvan a Zarzuela para darles más protagonismo.

Sofía, entre cuidar a su hermana o salvar a su hijo

La realidad es que para la Reina Sofía no hay una decisión buena ni mala. Sin embargo, decida lo que decida, hará daño a un ser querido. Pues, mantenerse en sus funciones actuales, complica que pueda mudarse junto a su hermana hasta Grecia, donde Irene quiere pasar sus últimos días, En cambio, si se va con su hermana, tendría imposible compaginar su vida en Grecia, con sus obligaciones en España. Lo que deja a la emérita entre la espada y la pared y la obliga a elegir.

Por su parte, Felipe VI también está en una encrucijada. Pues, en el caso de que Sofía decidiera dejar su puesto en Casa Real, tendría que decidir entre aumentar sus compromisos y los de Leonor y la infanta Sofía o perdonar a Letizia y abrir la puerta a que ganara, de nuevo, protagonismo y fuerza en Zarzuela, algo que Felipe no quiere que suceda.

De este modo, el Rey ya ha transmitido a la Reina Sofía que la necesita más que nunca. Y es que, no puede obligar a más a sus hijas y tampoco puede ceder ante una Letizia que se ha ganado su odio. Obligando así a Sofía a tomar la decisión más complicada en muchos años.